“No invadiremos Ucrania a menos que se nos provoque a hacerlo”, dijo este lunes Vladimir Chizhov, embajador de Rusia ante la Unión Europea, durante una entrevista con The Guardian.
El embajador dijo que Moscú tendría derecho a lanzar un “contraataque” si considerara que es necesario proteger a los ciudadanos rusos que viven en el este de Ucrania.
“Si los ucranianos lanzan un ataque contra Rusia, no deberías sorprenderte si contraatacamos. O, si comienzan a matar descaradamente a ciudadanos rusos en cualquier lugar, Donbas o donde sea”.
Donbas es la región del este de Ucrania donde el Kremlin ha armado y financiado una insurgencia desde 2014. En los últimos años, ha entregado cientos de miles de pasaportes rusos a residentes de las “repúblicas populares”, que ya no están controladas por Kiev.
Más de 14,000 personas han muerto en el conflicto desde 2014. Rusia siempre ha negado ser parte en el conflicto a pesar de las pruebas. Chizhov describió las afirmaciones de que las tropas rusas ya estaban en la región de Donbas como una “mentira”.
Sin embargo, advirtió que una escalada repentina del conflicto allí, o una “provocación” ucraniana, podría precipitar la acción del Kremlin.
“Lo que quiero decir con provocación es que pueden organizar un incidente contra las autoproclamadas repúblicas de Donbas. Provocándolas y luego golpeándolas con todas sus fuerzas, provocando así que Rusia reaccione para evitar una catástrofe humanitaria en sus fronteras”.
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Los funcionarios estadounidenses dijeron el mes pasado que tenían evidencia de un plan para hacer un video falso “muy gráfico” de un ataque ucraniano.
Con un estimado de 145.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania, los funcionarios de inteligencia en Estados Unidos dijeron durante el fin de semana que Rusia había acelerado los planes de una invasión y que podía mover tropas a través de la frontera, incluso este mismo miércoles.
Chizhov desestimó los temores occidentales de un conflicto inminente. Dijo que el número de tropas rusas en la frontera de Ucrania solo era equivalente a los del Zapad 21, un ejercicio militar a gran escala realizado en septiembre pasado.
Los analistas militares describen la escala y composición de la acumulación como sin precedentes, informó The Guardian.
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En una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, el lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, pareció dejar espacio para nuevas negociaciones.
Chizhov dijo que creía que el bombardeo diplomático de las últimas semanas aún podría terminar en una solución que funcionara para todas las partes.
El jefe de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell dijo: “En la Unión Europea estamos dispuestos a continuar el diálogo con Rusia sobre formas de fortalecer la seguridad de todos”. N
Con información de The Guardian
