El Departamento de Salud y Bienestar Animal del municipio capital, sacrificó a 6,754 perros, de los cuales 4,153 fueron entregados voluntariamente por sus dueños; “con el conocimiento de que serán sacrificados humanitariamente, firmando una hoja de consentimiento”
En el caso de los gatos se sacrificaron 783, de los cuales 518 fueron llevados por sus propios dueños.
Los animales son sacrificados de acuerdo a la Norma Mexicana: Métodos para dar muerte a los animales domésticos y silvestres, la cual, establece que los métodos de matanza y eutanasia en perros y gatos deben estar basados en la utilización de sobredosis de anestésicos, previa tranquilización o sedación bajo los criterios de las disposiciones aplicables vigentes. Además, el personal encargado del manejo y del proceso de muerte debe estar debidamente capacitado y supervisado por un médico veterinario responsable quien debe constatar clínicamente la muerte del animal.
El Departamento de Salud y Bienestar Animal destaca que el sacrificio humanitario de animales domésticos es un mecanismo indirecto para evitar la sobrepoblación canina y felina en la vía pública, y por ende un brote de rabia, “ya que el perro es el principal transmisor y reservorio de la enfermedad de la rabia”.
La dependencia también subraya que no existe presupuesto ni infraestructura para un programa de adopción de animales domésticos “ni suficientes ciudadanos interesados en adoptar a cada uno de los perros y gatos que ingresan al Departamento”.
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