EL SUDOR es una capacidad biológica normal de todos los seres humanos y sucede en días calurosos y ambientes húmedos, así como cuando estamos estresados, nerviosos, ansiosos o ejercitándonos.
Sin embargo, cuando se trata de un exceso de sudoración durante la noche, puede deberse a distintas causas o patologías dermatológicas a las que debemos atender.
La neuróloga y experta en medicina del sueño del Hospital Houston Methodist, Dra. Arami Ram, indica en una comunicación que no tiene nada de grave experimentar variaciones en la temperatura del cuerpo mientras dormimos y que existen distintas causas que lo provocan, así como prácticas para reducir la cantidad de sudoración.
En primer lugar, dice, ingerir bebidas alcohólicas, antes de que la persona se acueste a dormir, se convierte en un sedante natural y las vías respiratorias pueden relajarse al grado de dificultar la respiración y generar la sudoración nocturna. El aumento del ritmo cardiaco es otra de las consecuencias de tomar una copa antes de dormir, lo que incrementa la posibilidad de transpirar.
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En segundo lugar están los niveles elevados de estrés: cuando no se concilia el sueño por ansiedad o estrés, la angustia orilla al cuerpo a sudar debido a la hiperactividad cerebral. Debido a eso, es recomendable descansar en un ambiente seguro y relajante, con sonidos limitados y luces tenues en una habitación fresca, de acuerdo con las recomendaciones de la Dra. Ram.
En el número tres, muy relacionado con las atmósferas de comodidad, tenemos los entornos y la ropa que se usa al dormir. La línea es muy delgada entre sentirse acogido y sobrecalentado, ya que los materiales de la ropa de cama o la piyama pueden influir en la cantidad de sudor y es importante escoger ropas livianas a la hora de ir a la cama.
De igual formal, Arami Ram señala que existen varios tipos de medicamentos que provocan sudoración nocturna, entre los que encontramos antidepresivos, antirretrovirales, medicamentos de terapia hormonal, hipertensión o hipoglucemia.
“Algunos medicamentos pueden afectar las partes del cerebro que controlan la temperatura corporal o las glándulas sudoríparas. Esto significa que estos medicamentos también pueden inducir sudores nocturnos”, comenta.
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La razón número cinco es la menopausia, la cual es una de las más comunes entre las mujeres de edad avanzada, pues “aproximadamente 75 por ciento de las mujeres perimenopáusicas informan tener sudores nocturnos. La frecuencia normalmente alcanza su punto máximo en los primeros años después de la menopausia y luego disminuye con el tiempo”.
Otra razón son los trastornos de sudoración patológicos. La Dra. María Julia Garza Zúñiga, dermatóloga y especialista del Centro Dermatológico Dr. Ladislao de la Pascua, señala que la sudoración nocturna, cuando se trata de una patología y no una situación fisiológica, es llamada diaforesis nocturna; esta confusión puede presentarse, ya que el 40 por ciento de los pacientes que presentan sudoración nocturna no proviene de una patología como tal y por ello es fundamental hacer un buen diagnóstico.
Un buen análisis hace la diferencia en el tratamiento, añade, ya que las causas tienen distintos orígenes, desde problemas hormonales como la elevación en las hormonas de la tiroides, hasta infecciones latentes sin procedencia aparente como tuberculosis o problemas en el corazón.
Los problemas con la glucosa también son otro aspecto que pueden provocar la diaforesis nocturna, especialmente en México, pues la población padece de altos casos de diabetes.
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La especialista agrega que cuando se trata de una sudoración no relacionada con alguna enfermedad, también llamada hiperhidrosis, se recetan medidas generales: tener cuidado con la tela de colchones, con el consumo de ciertos alimentos o alcohol antes de dormir, así como dos tipos de tratamiento principales: medicamentos que se untan en la piel para que las glándulas que secretan el sudor sean menos productivas o la aplicación de bótox en zonas localizadas para disminuir la secreción del sudor.
“Las zonas más comunes en las que se presenta son la cara, axilas, palmas de las manos y plantas de los pies”, añade.
Por último, se señala que otra razón que puede presentar la sudoración nocturna son los problemas médicos subyacentes, como trastornos autoinmunitarios, artritis reumatoide, cánceres, depresión, VIH, obesidad y apnea obstructiva del sueño. N