CRY MACHO, película del director y productor Clint Eastwood, es una muestra de las nuevas narrativas que desde el cine también se están generando para romper con los estereotipos de la masculinidad.
Como parte del elenco de esta película participa el actor Horacio García-Rojas, quien se profesionalizó en artes escénicas en Casazul Argos y quien habla con Newsweek México sobre la experiencia que tuvo al ser parte del elenco de esta película y del debate antirracismo con la iniciativa Poder Prieto.
Sentirse contento de formar parte de la filmografía de Clint Eastwood y su trabajo en Cry Macho muestra la búsqueda del director por personificar a un personaje a deconstruir, “de este macho que resuelve todo a balazos, un hombre de pocas palabras y que ahora se vuelve un tipo más sensible y sensorial que quiere mostrar en la pantalla”, señala García-Rojas en entrevista.
De acuerdo con el actor, en el arte los artistas también parten de las necesidades del alma y del ser que los crea, razón por la que llegan a conectar con las personas. Sin embargo, cuando el artista comienza a preguntarse qué es lo que el público quiere ver de ellos “es como entrar en el momento de las complacencias”, añade.
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“Creo que el maestro Clint Eastwood está diciendo verdades como decirse a sí mismo: a mis 90 años todavía puedo al filmar en plena pandemia. Es una leyenda de Hollywood y del cine en general”, cuenta.
NUEVAS MASCULINIDADES EN EL CINE
En la película, al actor Horacio García-Rojas le toca ser la tesis del macho. Un tipo que resuelve las cosas de manera violenta, un ser impulsivo, poco empático, poco generoso, y que piensa con la estructura del pensamiento machista, es decir, “yo lo puedo todo”.
Sin embargo, formar parte de este y otros proyectos que el actor quiere tomar implica contar nuevas historias para indagar de manera diferente a los personajes masculinos, incluso en la manera de repensarse como hombres lo considera fundamental.
“Son los proyectos en los que quiero participar porque creo que es fundamental que los hombres nos comencemos a hacer la pregunta de qué es lo que nos hace valer como hombres y, sobre todo, en el entendido de que hemos invisibilizado y sobajado a las mujeres”, cuenta.
Por ello, haber participado en Cry Macho y ver a un hombre de 90 años hacerse estos planteamientos le permitió hacerse estas preguntas. Entre los cuestionamientos que el actor se ha hecho en este proceso de cambio, personal y artístico está el asumir que los hombres “no somos lo más chingón del universo… Tenemos estas ganas de controlarlo todo”.
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Continúa al respecto: “Hoy, gracias a mi esposa y a mi hija, soy un hombre más pleno y feliz porque he eliminado fantasmas que ellas me han ayudado a deconstruir y ese regalo también queremos hacerlo a otros hombres. El machismo nos ha hecho perder grandes posibilidades de ser felices, de sonreír y de pasarla mucho mejor”.
#YASUPERALACONQUISTA
Otro de los proyectos de los que el actor forma parte es Poder Prieto, movimiento en el que artistas, academia y sociedad civil se encuentran para hablar de racismo y discriminación en México.
En fechas recientes en el país se conmemoraron los 500 años de “la caída de México-Tenochtitlán”, es decir, la detención de Cuauhtémoc, último tlatoani o señor azteca, el 13 de agosto de 1521 tras rendirse ante los españoles con el fin de evitar más sufrimientos en la población azteca.
Para el actor de Cry Macho, esta fecha —al igual que el 12 de octubre en América— ya no es motivo para conmemorar, sino para reflexionar y resignificar el origen de estas fechas, como lo ha hecho hasta ahora el movimiento Poder Prieto y la iniciativa #SuperaYaLaConquista para hablar del racismo que durante años ha permeado en la sociedad mexicana.
Si bien García-Rojas no se considera un activista, explica que ser parte del movimiento Poder Prieto es una forma de decir ¡ya basta! ante las múltiples realidades que existen en el país, entre ellas, el ya no continuar perpetuando estereotipos en los medios audiovisuales.
“Amo mi profesión y seguir permitiendo [esos estereotipos] es seguir permitiendo que la profesión que amo siga siendo un ejemplo de lo negativo, hablando, por ejemplo, del machismo con todo este contenido misógino que cosifica”, añade.
De esta manera es que nace Poder Prieto, iniciativa en la que actores y actrices de la industria audiovisual en México buscan generar conciencia ante los estereotipos que tanto se han perpetrado por ello y donde diversas personas del medio, principalmente, dicen “ya basta”.
VERSE DE MANERA MUCHO MÁS ESPERANZADORA
“Queremos que nuestros hijos prendan la televisión y vean hombres, mujeres, personas que se parezcan a ellos, que tengan motivaciones como ellos y que no solo sean el estereotipo racial de lo negativo, es decir, la parte sórdida de la sociedad como lo es el narcotráfico, la corrupción o personajes que sean poco inteligentes, poco sensibles, poco capaces”, cuenta.
Con esto, actores y actrices que son parte de Poder Prieto ven en las producciones que se realizan a partir de la ficción una oportunidad para comenzar a verse de manera mucho más esperanzadora, pensarse de forma diferente y soñar con otras narrativas en beneficio de las infancias y personas que consumen estos productos audiovisuales con el objetivo de volverlos más empáticos y plurales.
Entre los proyectos en los que el actor ha participado se encuentra las películas Cry Macho, de Clint Eastwood (2021); Sin origen, de Rigoberto Castañeda (2018); y La cuarta compañía, de Amir Galván y Mitzi Arreola (2014). Y en series de televisión y streaming con Narcos, Diablera, Hasta que te conocí y No estamos muertos, entre otros.
Además, el actor anunció a este medio la realización de un cómic antirracista junto con el ilustrador regio Neftali, el cual llevará el título de Nosotros. Este proyecto resulta ser su manifiesto antirracista.
“Tiene que ver con nosotros. De alguna manera nos podemos sentir huérfanos de identidad porque no entendemos, sabemos, sentimos que la sangre original de esta tierra corre por nuestras venas y que la historia nos la ha borrado. La historia [oficial] nos ha quitado la oportunidad de entender de dónde venimos y que esta carencia de identidad nos lleva a no sentir orgullo por lo que somos”, concluye el actor. N