Aunque la normalidad regrese a los tiempos previos al covid-19, la posibilidad de realizar audiencias en línea no puede echarse para atrás.
HACE DOS AÑOS era inimaginable que diversas actividades cotidianas pudieran realizarse de manera virtual. Llegó la pandemia de covid-19, y ahora, nos hemos dado cuenta de que sí se podía. Así, ahora tenemos clases remotas en todos los niveles educativos, el home office es una realidad, las compras en línea tienen un auge que sorprende, hay incluso consultas médicas en línea. Por ello, el que la impartición de justicia haya tomado este camino no es de extrañarse.
En entrevista con Newsweek México, Juan Carlos Manzanero, socio fundador de la firma Manzanero & Asociados, reconoce que la pandemia de covid-19 hizo que las autoridades encargadas de impartir justicia buscaran un equilibrio entre el derecho a la justicia y el derecho a la salud.
“Tuvieron que implementar forzosamente esquemas de trabajo a través del juicio en línea; el Consejo de la Judicatura emitió el acuerdo 21-20, el cual establece los lineamientos bajo los cuales deberemos acceder a la justicia, en especial la justicia en línea. ¿Qué significa esto? Significa que ahora todas las actuaciones serán consultables a través de una plataforma electrónica mediante la obtención de una firma electrónica, es decir, ya no tengo que trasladarme o trasladar a mi equipo de trabajo a los juzgados para revisar físicamente los expedientes”, explica.
Eso ha facilitado la práctica del derecho a escala federal, ya que a escala estatal los avances no son tan importantes en esta materia, y permite a los abogados atender asuntos en diversas entidades del país sin necesidad de desplazarse. “También se obligó a que las audiencias, y esto es lo más importante, sean en línea a través de videoconferencia. ¿Qué sucede? Que te llega el Juzgado, te avisa que la audiencia será en línea y te provee de una liga y ahí llevamos a cabo la audiencia en la cual nos identificamos poniendo nuestra cédula, nuestra identificación con la que vamos a comparecer, manifestamos quiénes somos y con qué nos acreditamos, y finalmente lo que se hace de manera presencial ahora se hace de manera virtual”, agrega.
CAMBIO SIN REVERSA
Estas medidas que se tomaron de manera extraordinaria con motivo de la pandemia, pero que abrieron la puerta al uso intensivo de la tecnología en los procesos de impartición de justicia, no se podrán revertir. Es más, Manzanero anticipa que esta situación no solo va a permanecer, sino que va a evolucionar hacia el uso de herramientas o mecanismos todavía más ágiles y fidedignos.
“No hay manera de retroceder por un principio constitucional. El acceso a las nuevas tecnologías de la información es un derecho humano. Entonces, incluso si el Consejo de la Judicatura emitiera un acuerdo por el cual dijera ‘ya se acabó la justicia en línea, regresamos al presencial’, yo seré el primero en imponer un… juicio de amparo. el acceso a las tecnologías de la información es un derecho humano consagrado en la Constitución Política”, declara.
Cabe destacar que, gracias a los cambios en la impartición de justicia, hace algunos años se pudo avanzar en materia de e-justicia en los juicios orales. “Fue una transición natural hacia la oralidad, y después un salto cuántico hacia la e-justicia, y esta e-justicia fue impulsada precisamente por la pandemia”, considera.
LOS DETALLES
Para este tipo de impartición de justicia, comenta Manzanero, se aplica el principio de buena fe mediante el cual el juez cree lo que se está diciendo, aunque tiene facultades amplias para pedir su comprobación en cualquier momento. Además de que se han aplicado medidas de seguridad digital para evitar fugas de información.
“No cualquier persona puede acceder al portal de servicios en línea, por más que quiera no lo puede hacer si no realiza un proceso de obtención de firma electrónica. Y, luego, a cada uno de los expedientes en donde participo como abogado, como representante de alguna persona moral o física, le pido al Juzgado, que en este caso me permite el acceso al expediente digital, que se forma a través de un número de usuario, de tal suerte que solamente yo tengo acceso a ese expediente”.
No obstante, es obligatorio que todos los involucrados estén en territorio nacional para evitar que el juez ejerza su labor jurisdiccional de manera extraterritorial.
EL DESPACHO
Manzanero & Asociados fue fundado en 2008. Su socio fundador recuerda que comenzó “con solamente dos expedientes a mi cargo y con dos boletos del Metro”.
Con el tiempo fue creciendo a lo que actualmente son y manejan asuntos en diversas partes del país como Cancún, Torreón, Sinaloa, Coatzacoalcos y Oaxaca.
“Yo llegaba a las nueve de la mañana, abría mi despacho y lo cerraba a las seis de la tarde. Eso me llevó poco a poco a establecer relaciones con clientes o recomendaciones y me ganaron un lugar con todas las personas con las que trabajo a base de lealtad, honradez y trabajo”.
Actualmente la firma cuenta con cuatro abogados titulares de área: el propio Manzanero está encargado de la parte penal; Orlando Pelayo, del área administrativo mercantil; Gabriela Caballero, de la familiar, y Eusebio Ávila Durán, de la laboral.
“Soy egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM. Mi socio Eusebio también lo es de ahí; Orlando y Gabriela son de La Salle, entonces aquí conformamos las visiones de instituciones públicas y privadas que yo considero de las mejores del país”. N
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