UNA ESTATUA del general confederado Robert E. Lee fue retirada de Richmond, Virginia, este miércoles. “El monumento más grande en Virginia a la insurrección confederada será derribado esta semana”, había anunciado el lunes el gobernador Ralph Northam. “Este es un paso importante para mostrar quiénes somos y lo que valoramos como una mancomunidad”.
Ubicada en la Avenida del Monumento, era la estatua confederada más grande en Estados Unidos, según un comunicado de prensa del estado. La estatua fue derribada este miércoles 8 de septiembre. Su remoción se da 131 años después de haber sido erigida. Será almacenada en una instalación propiedad del estado hasta que se tome una decisión de qué hacer exactamente con ella.
Se instaló un cerco protector para preservar la seguridad del equipo que retiró la estatua y de quienes decidieron verlo en persona. “Esto es necesario dada la ubicación de la estatua en un vecindario residencial y su tamaño”, había advertido el gobernador.
El pedestal de granito de 12 metros que sostenía la estatua de Lee permanecerá en su ubicación por ahora. La disposición final del pedestal será determinada después de una “acción de la comunidad para reimaginar la Avenida del Monumento”, encabezada por la ciudad y el Museo de Bellas Artes de Virginia.
También lee: Colón, negreros y confederados, ¿qué hicieron y por qué ahora derriban sus estatuas?
La remoción de la estatua se da después de una prolongada batalla legal. Northam ordenó primero que el monumento fuera retirado en junio de 2020 después de la muerte de George Floyd a manos de la policía de Mineápolis.
La muerte de Floyd suscitó que la nación reconsiderara la injusticia racial y la brutalidad policiaca. Más de 160 símbolos confederados fueron retirados en 2020 después de la muerte de Floyd, según el Centro Legal para la Pobreza Sureña.
En junio, la Suprema Corte de Virginia oyó los argumentos de dos demandas que desafiaban la orden de Northam de retirar la estatua que retrata a Lee. Una demanda fue presentada por un grupo de residentes de Richmond que poseen propiedades cerca de la estatua, y la otra fue presentada por William Gregory, un descendiente de los signatarios del acuerdo de 1890 que le transfirió al estado la estatua y la tierra donde se yergue.
Gregory argumentaba que, en el acuerdo de 1890, el estado aceptó “guardar fielmente” y “proteger afectuosamente” el monumento a Lee. Pero la semana pasada la Suprema Corte de Virginia tomó el bando de los funcionarios estatales y determinó que la estatua podía ser retirada.
No te pierdas: La ola antirracista impulsa el derribo de estatuas de esclavistas y confederados
Northam llamó a la decisión una “victoria tremenda para la gente de Virginia”. Dijo: “Nuestros monumentos públicos son símbolos de quiénes somos y qué valoramos. Cuando honramos a líderes que combatieron para preservar un sistema que esclavizaba a seres humanos, estamos honrando una causa perdida que ha agobiado a Virginia por demasiados años”, dijo el gobernador.
Entre 1861 y 1865 existió en Estados Unidos un país secesionista conocido como Estados Confederados de América, La Confederación o Estados Confederados. Este estaba conformado por siete estados sureños en donde era legal tener esclavos: Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas.
La economía de esta región dependía sobre todo de la agricultura, particularmente del algodón, y necesitaba del trabajo de los esclavos negros. En esa época, Robert E. Lee (1807-1870) era un general reconocido por comandar el Ejército Confederado de Virginia del Norte durante la Guerra de Secesión, desde 1862 hasta su rendición, en 1865. N
—∞—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek