AL PARECER, la tendinitis de Aquiles que estamos empezando a tener es no entender el T-MEC. ¿Para qué es? Es un contrato comercial para incrementar el intercambio de bienes, servicios o inversiones en la región norte de América Latina con la potencia mundial y con un país desarrollado que influye en el mundo. Esto no significa sumisión, sino saber aprovechar el tener conocimiento para el futuro.
Podemos firmar un sinnúmero de acuerdos de confidencialidad, acuerdos mutuos, cooperación, entendimiento mutuo, y lo que creas conveniente, pero la culminación de todo esto es un contrato o acuerdo comercial. Sin este no hay negocio.
Firmar un acuerdo o un contrato no es simplemente tener un documento e imprimirlo en un papel. Indica que existe una relación entre dos o más entes, y es un compromiso financiero, operativo y de confianza mutua para realizar un intercambio de servicios, bienes o inversiones para un fin en común.
En los últimos días se han enviado cartas por parte de congresistas al presidente de Estados Unidos, y publicado el reporte de las condiciones de inversión por parte del Departamento de Estado en México. Ambos documentos indican una falta de cumplimento en los acuerdos firmados en el nuevo T-MEC y aluden, en forma general, a la posibilidad de haber ciertas violaciones, las cuales solicitan que cuando participe el presidente Joe Biden en conversaciones con su homólogo el presidente López Obrador, sean tratadas en forma diplomática.
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Cuando no existe un bien común y no están siendo llevados a cabalidad los acuerdos pactados plasmados en un sinnúmero de fojas escritas documentadas, es el momento de que alguna de las partes consulte cómo hacer para que cumpla la contraparte, y plantear cómo debe regresarse a la base original de lo suscrito inicial. En el caso de no haber contemplado la disputa o que surjan diferencias en el transcurso de la ejecución, deberá adicionarse para adaptarse, y reafirmar la continuidad de acuerdo comercial, siempre y cuando exista la buena voluntad de las partes, y esto alineado a un futuro que pretenda seguirse de común acuerdo.
Nuevas empresas productivas del Estado o filiales no incrementarán el precio al usuario final, como la empresa que pretende distribuir el GLP en nuestro país, o señalar que una empresa privada fue la que ocasionó el problema de falla del 28 de diciembre de 2020, a sabiendas de que la CFE debió verificar, antes de hacer la interconexión, si cumplía con lo requerido por el CENACE. Esto no abona confianza ni certidumbre a las inversiones directas extranjera, al pretender regresar a un monopolio de contratación unilateral en el mercado.
Pierde el tiempo México, donde el problema radica en la importación, la cual se ha incrementado en las materias primas para poder ser transformadas, convirtiéndose en un reflejo directo en la balanza comercial, que ha aumentado el déficit en la parte de hidrocarburos, principalmente en el gas natural, debido a que las exportaciones por gasoductos de Estados Unidos a México promediaron 6,800 MMpcd en junio de 2021, un 25 por ciento más que en junio de 2020. Originado por las centrales eléctricas en México, que utilizaron cerca de 4,900 MMpcd de gas natural para la generación de energía en junio, un 19 por ciento más en comparación con el año pasado.
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La energía es parte del T-MEC, y está dentro de nuestra balanza comercial. En esta, la Secretaría de Economía es parte fundamental al ser un bien para el desarrollo económico de México de un intercambio comercial, y que está directamente relacionada con el PIB.
Ahora que pretendemos ser parte de la nueva diplomacia ambientalista y entrarle a la utilización de carros eléctricos, que pudieran bajar el gasto de energéticos por familia, esto dependerá del PIB per cápita que tengamos para comprar un automóvil de esta índole. Y al no poder hacerlo con las condiciones actuales es necesario poder implementar mejores aditivos a los combustibles, oxigenantes o mejorar las normas que permitan combustibles renovables, como fue la sugerencia de la embajadora Katherine Tai en la reunión realizada con la secretaria de Economía de nuestro país en el primer aniversario del T-MEC.
Las tendinitis son y serán los energéticos en México debido a que no tenemos un buen balance del consumo de la energía primaria y secundaria, las cuales el 63 por ciento es tomado de nuestros recursos propios, y el 37 por ciento los importamos. Importar significa que no lo tenemos o producimos. N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.