EL MINISTERIO de Salud de Brasil ha informado que 1,122 niños menores de 10 años han muerto por covid-19 desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, investigadores independientes indican que el número podría duplicarse.
Los expertos creen que la sobrecarga del sistema hospitalario brasileño y el acceso desigual a la atención sanitaria son algunas de las razones por las que los bebés y los niños pequeños sucumben al virus a un ritmo elevado.
Marisa Dolhnikoff, una especialista de pulmón e investigadora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Pablo, advierte que los niños con covid-19 pueden presentar síntomas diferentes a los que muestran los adultos infectados.
En un estudio que la investigadora publicó en la prestigiosa revista médica The Lancet, Dolhnikoff anotó que el covid-19 en niños suele ser leve o asintomático, pero se han descrito casos pediátricos graves y mortales. “Se desconoce la patología en niños; la patogenia propuesta para los casos graves incluye mecanismos inmunomediados o el efecto directo del SARS-CoV-2 en los tejidos”, escribió.
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No hay evidencia disponible sobre el impacto de las variantes del virus en bebés y niños. Aunque hay expertos que ha afirmado que la variante P.1, que se ha extendido ampliamente en Brasil, parece conducir a tasas más altas de mortalidad entre mujeres embarazadas. Se han consignado reportes médicos de nacimientos prematuros con bebés infectados con el virus.
Es por ello que la mayoría de los investigadores coinciden en que la alta mortalidad de los bebés infectados con SARS-CoV2 está vinculada con las deficiencias del sistema de salud en Brasil. Pese a las críticas, Brasil hospeda la Copa América con la aprobación de las autoridades sanitarias y la instrucción a los organizadores de contar con estrictos controles sanitarios.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), América del Sur ha sido especialmente golpeada en los últimos meses por el virus, los casos siguen aumentando en Colombia, Brasil, Bolivia y Uruguay, y en Argentina, aunque ha habido una reducción, siguen teniendo una alta incidencia.
Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha descrito el panorama como “preocupante” y ha enfatizado que solo una de cada diez personas en América Latina y el Caribe ha sido vacunada completamente contra la enfermedad. N