LOS PLANES de una Superliga Europea independiente que modificaría considerablemente el futbol europeo recibieron una furiosa respuesta negativa de los seguidores, las ligas locales y los políticos, los cuales advirtieron a los clubes que se les podría prohibir el jugar.
La tarde de este domingo, 12 clubes de balompié anunciaron sus planes de separarse de la UEFA —el órgano que gobierna el futbol europeo— y formar lo que se llamaría la Superliga Europea (SLE).
Los miembros fundadores incluyen a los llamados “seis grandes” de la Liga Premier inglesa —Manchester United, Manchester City, Liverpool, Chelsea, Tottenham Hotspur y Arsenal—, además de los españoles Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.
Juventus, A. C. Milán e Inter de Milán —los clubes más exitosos en la Serie A de Italia— también están involucrados.
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Según la propuesta, otros tres equipos se unirán a los miembros fundadores, y a cinco clubes más se les permitirá participar en la competencia cada año a través de un mecanismo de calificación todavía por determinar.
Los planes de inmediato suscitaron una feroz respuesta negativa de la UEFA y las ligas locales, las cuales acusaron a la propuesta de socavar la meritocracia del futbol.
En su condición actual, los clubes califican a competencias europeas —la Liga de Campeones y la Liga de Europa— con base en su rendimiento en la temporada anterior.
Por ejemplo, Manchester United no tuvo un lugar en la Liga de Campeones en tres de los últimos cinco años. Sin embargo, la propuesta de la SLE restringiría de hecho la competencia a los miembros fundadores, sin importar su rendimiento en las ligas locales.
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En cambio, Leicester City aseguró un puesto en la competencia de élite del futbol europeo después de su fantástico triunfo en la Liga Premier en 2016.
“La Liga Premier condena cualquier propuesta que ataque el principio de la competencia abierta y el mérito deportivo, que son el núcleo de la pirámide del futbol local y europeo”, declaró la Liga Premier el domingo.
“Los seguidores de cualquier club en Inglaterra y en toda Europa actualmente pueden soñar con que su equipo pueda escalar hasta la cima y jugar contra los mejores. Creemos que el concepto de una superliga europea destruiría este sueño”.
Boris Johnson, primer ministro de Gran Bretaña, consideró los planes como “muy dañinos” para el futbol.
UNA “CODICIA CÍNICA”
“Los planes de una superliga europea golpearían justo en el corazón del juego local, y preocuparán a los seguidores de todo el país”, dijo.
“Los clubes involucrados deben responderles a sus seguidores y a la comunidad futbolística en general antes de seguir adelante”.
La Asociación de Aficionados al Futbol comentó que el móvil detrás de las propuestas es una “codicia cínica”.
“El motivo detrás de esta dizque superliga no es promover el mérito deportivo o alimentar el juego mundial; esto está motivado nada más que por la codicia cínica”, expresó en una comunicación.
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“Esta competencia se está creando a nuestras espaldas por dueños multimillonarios de clubes que tienen cero respeto por las tradiciones del juego y continúan tratando al futbol como su feudo personal”.
La Bundesliga de Alemania se expresó con un tono similar, mientras que Javier Tebas, presidente de La Liga, fue mordaz con la propuesta, la cual describió como diseñada por dueños “ebrios de egoísmo y falta de solidaridad”.
En una declaración diferente, la liga española añadió: “La Liga condena fuertemente la propuesta recién publicada de una competencia europea separatista y elitista que ataca los principios de la competencia abierta y el mérito deportivo, que son el núcleo de la pirámide del futbol local y europeo”.
En un editorial subido de tono, el principal periódico deportivo de Italia, La Gazzetta dello Sport, comentó que la SLE es un proyecto “nacido del interés de unos pocos que traiciona los valores meritocráticos y degrada los torneos nacionales que representan las raíces sociales y culturales del futbol”.
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A su vez, la Unión de Asociaciones Europeas de Futbol (UEFA) amenazó a los clubes involucrados con prohibiciones no solo en competencia europeas, sino en sus ligas locales.
Además, a los jugadores que representan a los clubes involucrados en la SLE se les podría prohibir que jueguen por sus países.
“A los clubes interesados se les prohibirá jugar en cualquier competencia a nivel local, europeo o mundial, y a sus jugadores podría negárseles la oportunidad de representar a sus equipos nacionales”, dijo la UEFA.
“Les agradecemos a aquellos clubes en otros países, en especial a los clubes franceses y alemanes, que se han negado a suscribir esto”.
VENTAJAS DESPROPORCIONADAS
Este último punto es una referencia a París-Saint Germain y Bayern Múnich —finalistas de la Liga de Campeones de la temporada pasada—, que hasta ahora se han negado a unirse a la SLE.
La mañana de este lunes, Nasser al-Khelaifi, presidente del PSG, estuvo entre los miembros del comité ejecutivo de la UEFA que votaron unánimemente para aprobar una expansión de la Liga de Campeones a 36 equipos a partir de 2024.
Las preocupaciones por el impacto que la SLE propuesta tendría en el futbol europeo son dobles. Aparte de no recompensar la meritocracia, los clubes de la SLE tendrían una ventaja financiera potencialmente desproporcionada sobre sus rivales domésticos.
Según la declaración publicada el domingo, “los clubes fundadores recibirán una cantidad de 3,500 millones de euros (4,300 millones de dólares)”. La suma se desglosa en 400 millones de dólares por club, lo cual suma cuatro veces la cantidad que Bayern Múnich se llevó a casa cuando ganó la Liga de Campeones la temporada pasada.
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Esto también tendría un efecto colateral en la contienda por los puestos en la competencia europea en la liga local. Por ejemplo, Liverpool actualmente es el sexto lugar en la Liga Premier inglesa y está en peligro de no tener un puesto en la Liga de Campeones.
Si la SLE siguiera adelante, a Liverpool se le garantizaría un dinero caído del cielo y considerable sin importar cómo termine en la liga.
Además, la identidad de los clubes involucrados también ha suscitado críticas.
Arsenal, Tottenham y Atlético de Madrid nunca han ganado la Liga de Campeones, mientras que el Manchester City casi no tiene linaje europeo que presumir y jugó en la segunda división de Inglaterra hace apenas dos décadas.
En cambio, la SLE, en su condición actual, excluye a Bayern Múnich, Borussia Dortmund, Ajax, PSV Eindhoven, Feyenoord, Porto y Benfica, los cuales han ganado en conjunto 17 Ligas de Campeones. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek