El Festival Sónar 2025 enfrenta una creciente ola de cancelaciones tras revelarse su vínculo indirecto con KKR, un fondo de inversión señalado por su relación con asentamientos en territorios ocupados de Palestina. Hasta el momento, 28 artistas, seis actividades y seis expositores han renunciado a participar en el evento barcelonés, lo que ha generado una fuerte polémica y obligado a los organizadores a dar explicaciones públicas.
CANCELACIONES EN SÓNAR DE DÍA Y DE NOCHE
En el cartel nocturno de Sónar han sido canceladas las actuaciones de EYRA, oma totem, DJ Paca, DJ SOSA RD y Tiyumii. En el Sónar de Día, las bajas son aún más notorias. Se han retirado artistas como ABADIR; Akyute & Alice Sparkly Kat; ANCIENT PLEASURE; Animistic Beliefs & Jeisson Drenth; Dania + Mau Morgó; DjSport; Emma DJ; Forensis & Bill Kouligas; dj g2g; Heith, James K, Günseli Yalcinkaya & Andrea Belosi; Juliana Huxtable; KEBRA; Le Motel; NEW YORK; Nexus (B4mba & Mooki6); patten; Sara Persico & Mika Oki; Shannen SP; Shapednoise & Sevi Iko Dømochevsky; Sofia; Vica Pacheco; Ville Haimala y YESSi PERSE + laSADCUM.
Desde la organización confirmaron que ya están trabajando en nuevas incorporaciones y ajustes a los horarios, que todavía no han sido definidos.
ACTIVIDADES Y EXPOSITORES TAMBIÉN BOICOTEAN EL FESTIVAL
Además de los artistas, seis actividades académicas y culturales se han retirado del Sónar+D, la sección de innovación del festival. Entre ellas destacan la Universitat Pompeu Fabra, “Cracks in the Foundation: Curation in 2025”, “Listen, the Stars are Talking”, “Más Mujeres Creativas: DO feminism”, “Internet Core – Institute of Culture Networks” y “UNDERGROUND BDW” de la Barcelona Design Week.
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En el área de exhibiciones, seis expositores anunciaron su salida: BAU College of Arts and Design Barcelona, Mutan Monkey Instruments, Patching Panda, sbrk devices, Vanessa Lorenzo Toquero (Hybridoa) y Vostok Instruments.
¿QUÉ ES EL FONDO KKR?
KKR (Kohlberg Kravis Roberts & Co.) es una firma global de inversión privada con sede en Nueva York, especializada en capital privado, bienes raíces, infraestructura y crédito. Fundada en 1976, KKR gestiona miles de millones de dólares en activos y participa en adquisiciones estratégicas en todo el mundo. Su nombre ha estado vinculado a controversias por inversiones en sectores sensibles, como los asentamientos en la Palestina ocupada, lo que ha generado críticas y boicots en el ámbito cultural y social.
¿QUÉ RELACIÓN TIENE EL KKR Y EL FESTIVAL?
La controversia gira en torno a la relación entre Sónar y el fondo de inversión KKR, que forma parte del consorcio propietario de Superstruct Entertainment, empresa que adquirió el festival en 2018. En una sección especial publicada en su sitio web, Sónar aclara que la operación fue “puramente financiera” y que el equipo organizador no tuvo ninguna participación ni control sobre la entrada de KKR como inversor.
“En octubre de 2024, Providence Equity Partners vendió su participación en Superstruct a un consorcio liderado por KKR. Nosotros no intervenimos ni tuvimos voz ni voto en esa decisión”, explica el comunicado oficial.
Asimismo, el festival desmiente que los ingresos por entradas vayan a parar a KKR: “Después de cubrir todos los costos del festival (salarios, producción, comunicación, etc.), los beneficios se reinvierten íntegramente en futuras ediciones de Sónar”.
POSICIÓN DEL FESTIVAL: APOYO A PALESTINA Y DERECHO A EXPRESARSE
En su comunicado, Sónar deja clara su postura frente al conflicto: “Condenamos de forma clara e inequívoca el genocidio contra el pueblo palestino”. El festival también garantiza que los asistentes podrán portar símbolos de apoyo a Palestina y ha anunciado que se habilitará un espacio para debatir sobre la situación en Medio Oriente.
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Además, Sónar ha activado un canal específico para gestionar las solicitudes de reembolso de quienes decidan no asistir al evento por motivos éticos.
UN DESAFÍO PARA LA CULTURA GLOBAL
El boicot al Sónar 2025 se suma a una creciente tendencia de artistas y entidades culturales que revisan su participación en eventos patrocinados o financiados por compañías vinculadas a controversias éticas y geopolíticas. La presión pública, amplificada por redes sociales, ha obligado al festival barcelonés a asumir una postura más transparente frente a su estructura financiera y su compromiso social.
Mientras tanto, el futuro del cartel y la respuesta del público general siguen en suspenso. Lo que está claro es que la edición 2025 de Sónar no solo estará marcada por la música y la tecnología, sino también por el debate sobre ética, cultura e inversión internacional. N