CONVERTIDO en el país con más muertes en el mundo por coronavirus, Estados Unidos decreta que los viajeros internacionales (también a los ciudadanos estadounidenses que regresen al país) deben entregar un resultado negativo en las pruebas de COVID-19 para poder entrar a su territorio.
Además, deberán realizar una cuarentena de siete días al ingresar al país, de acuerdo con una orden ejecutiva del presidente Biden respaldando los recientes lineamientos para viajeros de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La orden entrará en vigor a partir del 26 de enero junto con el uso obligatorio de mascarillas en aeropuertos, aviones comerciales, y transportes públicos como trenes, embarcaciones marítimas y autobuses interurbanos.
VIAJES TERRESTRES
Además, según la orden publicada por la Casa Blanca, el secretario de Estado, en consulta con otros funcionarios como los secretarios de Transporte, Seguridad Nacional, Salud y Servicios Humanos y el director de los CDC, establecerán un acercamiento diplomático con los gobiernos de Canadá y México respecto a los protocolos de salud pública en los puntos de entrada terrestres.
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Según lo establecido, dentro de los 14 días posteriores a la fecha de esta orden, se tendrá que presentar un plan para implementar medidas de salud pública en los puntos de entrada terrestres siguiendo las pautas de los CDC y tomando en cuenta las “consideraciones operativas relevantes” para las diferentes poblaciones que ingresan al país por esta vía.
RESULTADO NEGATIVO
La medida señala que las aerolíneas deben confirmar el resultado negativo de la prueba para todos los pasajeros o la documentación de recuperación antes de abordar.
Si un pasajero no proporciona documentación de una prueba o recuperación negativa, o elige no realizar una prueba, la aerolínea debe denegar el abordaje al pasajero.
El test debe realizarse en los tres días anteriores a la salida del vuelo y no se aceptarán los tests de anticuerpos, además, los CDC recomienda someterse a un nuevo test de tres a cinco días después de llegar a Estados Unidos y guardar una cuarentena de una semana tras el viaje.
La cifra más reciente de muertes por COVID-19 en ese país superó los decesos de soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta ahora la pandemia ha dejado 405,500 fallecimientos.
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Tras la investidura de Joe Biden como presidente de ese país, el retorno de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue una de las primeras acciones.
Estados Unidos “tiene la intención de honrar sus obligaciones financieras con la organización”, dijo el inmunólogo Anthony Fauci, en una reunión de Consejo ejecutivo de la institución de la ONU en Ginebra.
En tanto, Biden dijo: “Estamos entrando en la que quizás sea la fase más dura y mortífera del virus” y decretó el uso obligatorio de cubrebocas en los edificios federales y los transportes interestatales y por parte de los empleados del gobierno central. N
