LOS INVESTIGADORES han recopilado suficientes evidencias para considerar que los tiburones más grandes que habitaron los mares comúnmente cuidaban a sus crías en áreas de guardería, donde los pequeños podían crecer en un ambiente seguro.
Los científicos identificaron cinco potenciales guarderías del tiburón megalodón —una cerca de la costa oriental de España, dos en Estados Unidos y dos en Panamá—, según un estudio publicado en la revista Biology Letters de la Real Sociedad de Londres.
El megalodón (Otodus megalodon) es una especie de tiburón extinta que vivió hace 23 millones a 3.6 millones de años.
Este tiburón es considerado uno de los depredadores más grandes y poderosos que haya vivido en la Tierra, y algunos cálculos sugieren que pudo haber crecido hasta 18 metros de longitud.
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A pesar de su tamaño gigantesco, los megalodones jóvenes habrían sido vulnerables a los ataques de otros depredadores.
Con el fin de superar este problema, los tiburones parían a sus crías en guarderías de aguas poco profundas, pero cálidas, cerca de las costas, donde los pequeños tendrían acceso vasto a presas, a la vez que enfrentaban pocos depredadores.
“Nuestros resultados revelan, por primera vez, que los O. megalodon usaban comúnmente áreas para guardería, con lo que reducían la mortandad temprana y tenían un papel clave en mantener poblaciones adultas viables”, escribieron los autores en el estudio.
Estas guarderías habrían dado a las crías un “lugar perfecto donde crecer” mientras se convertían en adultos, un proceso que tomaba alrededor de 25 años.
¿POR QUÉ DESAPARECIERON?
“Muchas de ellas eran muy pequeñas para un animal tan grande”, dijeron a AFP dos de los autores, Carlos Martinez-Perez y Humberto Ferron, de la Universidad de Bristol, Reino Unido.
Un análisis de dientes de megalodón hallados en nueve ubicaciones alrededor del mundo revelaron los sitios de las cinco guarderías prehistóricas potenciales, según el estudio.
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Al examinar el tamaño de estos dientes, los investigadores concluyeron que estas ubicaciones contenían una densidad alta de tiburones que posiblemente tenían longitudes corporales dentro del rango típico de los recién nacidos y crías jóvenes, sugiriendo la presencia de guarderías prehistóricas.
La guardería cerca de la costa oriental de España habría sido un “área de bahía poco profunda con aguas cálidas, conectada con el mar y con amplios arrecifes de coral y vastedad de invertebrados, especies de peces, mamíferos marinos y otros tiburones y rayas”, dijeron los autores.
Pero los científicos señalan que la evidente dependencia de los megalodones en la existencia de áreas aptas de guardería tal vez haya sido un factor clave en la desaparición de este depredador icónico cuando el mundo se enfrió durante el periodo del plioceno (hace alrededor de 5.3 millones a 2.5 millones de años) y los niveles del mar disminuyeron, con lo que se redujeron los lugares seguros.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek