Cantidades ingentes de cocaína saturan las aguas de la costa de Brasil, lo que pone en riesgo de graves consecuencias a la fauna marina. El alcaloide fue descubierto en el agua y los sedimentos de la Bahía de Todos los Santos (Bahía de Santos), situada a una hora de la ciudad de São Paulo, la ciudad más importante y capital del estado del mismo nombre.
Dicha bahía y su playa son un destino muy popular entre los residentes de la región, y también son sede del puerto marítimo más grande de América Latina. Gracias a un estudio de laboratorio, investigadores de la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP) hallaron que la sustancia está ocasionando graves efectos toxicológicos en animales marinos como peces, mejillones y ostras de manglar. Por tal motivo, la cocaína ha sido reclasificada como un “contaminante emergente preocupante”.
Conocida bajo la denominación común internacional de benzoilmetilecgonina, la droga fue detectada inicialmente en 2017 en las aguas superficiales de dicha bahía.
Aun cuando también se detectaron otras sustancias como ibuprofeno, paracetamol y diclofenaco, los científicos lograron determinar que la concentración de cocaína era equivalente a la de la cafeína que también contaminaba las aguas.
LA COCAÍNA ES UN CONTAMINANTE DEL AGUA Y LA FAUNA MARINA
“De hecho, la cocaína ya está clasificada como un contaminante de Bahía de Santos, pues confirmamos que la droga se halla dispersa por toda la región”, aseguró el Dr. Camilo Dias Seabara, biólogo y profesor asociado en UNIFESP, durante un panel de debates convocado por FAPESP (siglas en portugués de la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo), celebrado entre los días 9 y 10 de abril de 2024 en la ciudad de Chicago, Illinois, Estados Unidos.
“Si tomamos en cuenta el nivel de consumo de cafeína, veremos que la concentración de cocaína es tremenda. El hallazgo nos sorprendió muchísimo”, reconoció el investigador.
El estudio de UNIFESP determinó que las concentraciones de cocaína detectadas en los mejillones pardos (Perna perna) eran mucho más altas que las identificadas en el agua.
“Hablamos de un factor de bioacumulación muy elevado, lo cual nos condujo a la conclusión de que los mariscos de la bahía también están contaminados con cocaína. Y no solo con cocaína”, previno Dias Seabara.
Como parte de su estudio, el equipo descubrió que la cocaína tiene efectos muy graves en la fauna marina. Por ejemplo, la investigación demostró que, después de apenas una semana de exposición a la sustancia, los mejillones presentaban una cantidad muy elevada de dopamina y serotonina, neurotransmisores que no solo desencadenan la sensación de “euforia”, sino que también afectan drásticamente el sistema reproductivo de esos moluscos.

VARIAS ESPECIES MARINAS ESTÁN SIENDO AFECTADAS
Sin embargo, los mejillones no son los únicos animales afectados. Según los hallazgos, la cocaína también afecta de manera negativa a las anguilas, pues interfiere con la producción de hormonas y huevos.
“Los huevos de anguila expuestos a la sustancia tuvieron una tasa de maduración muy baja, lo cual puede interpretarse como una alteración endocrina en esa especie”, agregó el biólogo. Por otro lado, los investigadores también hallaron que las ostras manifestaban signos de citotoxicidad y genotoxicidad resultantes de la exposición a la droga.
A pesar de que los distintos contaminantes pueden llegar al mar por varias vías, la investigación no logró precisar cómo es que la cocaína ha alcanzado semejantes concentraciones en el agua.
En 2017, cuando la droga se detectó por primera vez en la Bahía de Santos, los científicos plantearon la hipótesis de que la sustancia se liberó en las aguas durante la época de carnaval, cuando el turismo local aumenta de manera muy considerable.
No obstante, los científicos terminaron por descartar esa posibilidad. “Primero pensamos que pudo ser consecuencia del fenómeno de carnaval. Pero después que hicimos un monitoreo estacional, descubrimos que la cocaína y sus metabolitos estaban presentes durante todo el año; y no solo en el agua, sino también en los mejillones”, dijo el científico.
NADIE SABE CÓMO LLEGA COCAÍNA A LAS AGUAS DEL MAR
Eso llevó a los investigadores a ponerse en contacto con la oficina de prensa de la Corporación Ambiental del Estado de São Paulo (CETESB) para dar aviso de la contaminación detectada en el agua de mar.
“La CETESB monitorea, de manera sistemática, la calidad de las aguas costeras del estado [de São Paulo] —incluida la zona de influencia del vertedor submarino de Santos—, y realiza pruebas ecotoxicológicas de las muestras obtenidas en el área para evaluar los efectos de los contaminantes en la fauna acuática”, detalla un documento oficial proporcionado durante el panel de debates.
Según el estudio de Dias Seabara y su equipo, aun cuando es probable que la concentración de cocaína en las aguas de la bahía se haya incrementado paulatinamente desde la década de 1930, el nivel de la sustancia ha aumentado de manera drástica en años recientes.
Bahía de Santos yace en el centro de la ruta más importante del narcotráfico entre América Latina y Europa. “Las aguas residuales no tratadas podrían desempeñar un papel en las altas concentraciones de cocaína que hallamos en Bahía de Santos. Aun así, también debemos considerar que la región tiene una grave crisis de salud pública debida al uso de crack y otras drogas, así como a muchos problemas de seguridad pública. Se trata de un escenario muy complejo que nos impide estudiar a fondo los riesgos ambientales y sociales que entraña esta situación”, concluyó Dias Seabara. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)