LAS PRIORIDADES de los ejecutivos mexicanos durante los próximos dos o tres años giran principalmente en torno a la transformación digital y la continuidad operativa.
No es algo nuevo decir que la emergencia sanitaria que estamos viviendo a nivel mundial ha traído grandes consecuencias multifactoriales a las naciones, ciudadanos y empresas. De acuerdo con datos del Inegi, durante los primeros nueve meses de 2020 el producto interno bruto oportuno del país se redujo en 9.8 por ciento con respecto a 2019, lo que resulta en un complicado escenario económico contraído, aun con las acciones recientemente propuestas por parte del sector público y privado en cuanto a inversiones en infraestructura, generación y recuperación del empleo y el fortalecimiento de las exportaciones, principalmente.
Un estudio realizado por SAP Concur a altos directivos de finanzas, innovación, gestión y operaciones de 11 países, entre ellos México, detectó las principales preocupaciones y prioridades de negocio de las organizaciones en un entorno durante y post la tempestad generada por el virus del COVID-19.
PRINCIPALES HALLAZGOS EN MÉXICO
Entre los tres principales desafíos comerciales de los ejecutivos mexicanos se encuentran: la desaceleración del crecimiento económico, la seguridad y el bienestar de sus colaboradores, así como la velocidad del cambio tecnológico.
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En cuanto a las prioridades estratégicas durante los próximos dos o tres años, identificamos que el empresariado mexicano considera principalmente la inversión y desarrollo tecnológico enfocada en la experiencia del cliente y en la automatización de las operaciones.
Respecto a la seguridad y bienestar de sus colaboradores, los ejecutivos en México manifiestan preocupación, así como en lo relacionado con la continuidad del negocio y el cumplimiento de la normatividad.
Las estrategias relacionadas con la recuperación del impulso, la expansión de los negocios y la aceleración de la innovación en productos y servicios fueron seleccionadas como prioridades de menor intensidad.
¿PERO DÓNDE QUEDA EL CONTROL DE COSTOS?
Curiosamente, dos funciones comerciales centrales: la reducción del fraude y el control de gastos, ocupan un lugar poco destacado en la lista de prioridades; esto se debe a que entre sus prioridades tecnológicas se encuentra en primer lugar la seguridad de sus colaboradores, el cumplimiento de las nuevas normas de trabajo y la continuidad operativa.
La mayoría de los ejecutivos mexicanos confía en sus propias empresas para resistir los embates futuros. Al menos la mitad de los encuestados califica sus empresas como «mucho más fuertes» que otras de su mismo sector. La confianza es aún mayor cuando nos referimos a la agilidad operativa y al control de costos, lo cual posiblemente explique por qué este último factor no apareció entre las principales prioridades estratégicas.
El factor señalado por cerca de la mitad de los encuestados como generador de esta confianza es una mayor capacidad para controlar los costos, seguida de sistemas expansibles y flexibles, así como el ahorro de tiempo para los colaboradores. Sin embargo, menos de una tercera parte considera que su solución actual reduce de manera adecuada el riesgo de problemas de cumplimiento o que promueve la previsión o la planificación futura.
MANTENER LA AGILIDAD DEL NEGOCIO
No cabe duda de que la pandemia de COVID-19 ha transformado la manera, forma y rapidez en la toma de decisiones de las compañías. Más de las tres cuartas partes de los encuestados indicaron que la crisis sanitaria mundial ha afectado todos los aspectos de sus organizaciones, desde la cadena de suministro hasta el personal, y el 100 por ciento de ellos afirma que la pandemia obligó a su organización a replantear su enfoque respecto de la gestión de viajes y gastos.
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Este 2020 marca el año de la transformación digital para la continuidad de los negocios. Esta tendencia acelerada ya no se detendrá y los empresarios lo están considerando acertadamente como prioridad. Las inversiones en tecnología continuarán principalmente para seguir ofreciendo eficiencia operativa a través del trabajo remoto y la colaboración, principalmente.
Sin embargo, para lograr la tan deseada agilidad operativa es indispensable generar sinergias al menos entre los departamentos de TI, finanzas y gestión empresarial, para automatizar y tener visibilidad integral de los procesos de gastos, así como los análisis de datos para la toma de decisiones informadas y en tiempo real; el fortalecimiento del cumplimiento y la prevención de fraudes. Hoy, más que nunca, es necesario enfocar todos los esfuerzos tanto económicos como estratégicos hacia la integración de las soluciones tecnológicas como un habilitador de la eficiencia operativa de los negocios. N
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Ángel Morfín es director de SAP Concur en México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.