Los jóvenes han sido señalados por entidades como la OMS y autoridades sanitarias en el mundo como aceleradores de los rebrotes de coronavirus, y una población difícil de disuadir en pleno apogeo del verano.
Esto es una situación preocupante debido a que los casos de coronavirus han aumentado entre la población de menor edad como niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Según datos de la OMS citados por CNN, la proporción de casos entre adolescentes y adultos jóvenes se ha multiplicado por seis, mientras que en niños pequeños y bebés se ha multiplicado por siete.
Este aumento en los contagios podría explicarse por varios motivos. Uno es la realización de más pruebas para detectar el virus y el otro es debido a “un aumento en el comportamiento de riesgo después de la reducción de las medidas de restricción”, como salidas frecuentes a fiestas, bares y discotecas.
Entérate: La OMS publica nueva guía sobre el COVID-19 pensada en los jóvenes
“Pregúntense: ¿realmente tengo necesidad de ir a esa fiesta?”, insistió el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS), en boca de su director de emergencias sanitarias, Michael Ryan. “Los jóvenes tienen una gran oportunidad de reducir la transmisión por su comportamiento”, dijo.
La llegada de las vacaciones y el levantamiento de los confinamientos han llevado a la salida en tropel de las personas entre 15 y 25 años, ansiosas de divertirse.
Los locales nocturnos son vistos por las autoridades sanitarias como nidos de COVID-19. Suiza, uno de los primeros países en reabrir sus discotecas, lo experimentó en carne propia.
En Ginebra, entre 40% y 50% de los casos detectados en las últimas dos semanas de julio “estuvieron ligados a personas que frecuentaron discotecas y bares, locales para bailar o donde la gente está muy junta”, deploró el profesor Didier Pittet, jefe del servicio de prevención de infecciones del hospital universitario de Ginebra.
En otros países, las discotecas siguen cerradas o reducidas a simples bares con sus pistas de baile prohibidas. Pero eso no detiene a los jóvenes con deseo de divertirse, que siguen reuniéndose al aire libre.
Cerca de Manchester, fiestas raves han congregado a entre 2,000 y 4,000 personas. En Londres, la policía se afana en desmantelar fiestas ilegales, y en París el Bosque de Vincennes se convirtió en el epicentro de las “free party”, fiestas clandestinas de música electrónica, sin cubrebocas (o mascarillas) ni distanciamiento físico.
Confinamiento o libertad total
En Alemania también hay alarma por lo que el jefe del instituto de referencia Robert Koch, Lothar Wieler, llama fiestas “temerarias”. “Aún cuando son jóvenes, estadísticamente menos susceptibles de estar gravemente enfermos, pueden infectar a sus familias”, advirtió.
El número de contagios, a menudo asintomáticos, aumenta.
Lee más: “Hay esperanza”: la OMS suaviza advertencia y dice que seis vacunas están en etapa avanzada
En Canadá, los menores de 39 años representan la mayoría neta de nuevos casos. Los jóvenes “no son invencibles” frente al virus, señaló la dirección de salud pública.
En todas partes, las autoridades buscan poner coto al fenómeno.
La responsable técnica de la unidad de gestión de la pandemia en la OMS, Maria Van Kerkhove, dijo que los estudios demuestran que un pequeño número de personas infectadas eran responsables del resto de casos. “Estimamos que entre el 10% y el 20% de todos los casos son responsables de cerca de un 80% de los eventos de transmisión”, indicó.
Inmunidad generacional
Ante la impotencia de las autoridades, algunos proponen pragmatismo.
Como los jóvenes no respetan de todas maneras las restricciones, el especialista en enfermedades infecciosas francés, Eric Caemes, propone sacarles provecho: “Este grupo podría adquirir más rápidamente una inmunidad colectiva. Pero habría que proteger a los ancianos con cubrebocas en el interior de los hogares”.
Te puede interesar: 16 jóvenes dan positivo a COVID-19 tras pasar noche en un bar sin protección
“Lo ideal sería que todos los menores de 30 se inmunicen de forma natural y que protejamos a los mayores de 50 hasta que llegue una vacuna o un tratamiento eficaz”, concluye.
Con información de CNN y AFP.