Al principio solo querían fabricar sus propias distorsiones para guitarra. Ahora, sus pedales se venden en tres continentes y el guitarrista de Oasis, Noel Gallagher, es uno de sus clientes.
SERIE: RUTA EMPRENDEDORA
Si quieres abrir un negocio, es mejor que tu idea te apasione lo suficiente para no desistir.
Este fue el motor de Paradox Effects, una marca de pedales para bajo y guitarras eléctricas, hechos a mano en Tijuana.
La empresa fue fundada en 2013 por Efrén Castro, que es ingeniero en electrónica, y Fernando Servín, un artista visual. Ambos son músicos y tuvieron el interés de crear sus propios pedales.
“Ese primer año fue muy formativo […] A veces es imposible no ver tu entorno y decir ‘mis compañeros de ingeniería en electrónica ya ganan esto y yo estoy aquí soldando, tratando de hacer una empresa‘. Entonces, para mi es importante responder quiénes somos, qué estamos tratando de hacer y cómo”, cuenta Efrén.
Sus productos han llegado al resto de México y a otros países, como Estados Unidos, Dinamarca y China.
Además, artistas como Noel Gallagher, guitarrista de Oasis, usan esta marca.
En 2019, Efrén y Fernando llegaron a Shark Tank México, un programa de televisión donde un grupo de inversionistas escuchan las propuestas de emprendedores y deciden si quieren asociarse.
Ahora, Efrén comparte sus retos y aprendizajes de los últimos siete años.
Habla sobre cómo abrirse camino en un negocio poco desarrollado en México y vender en otros países; nueve tiendas en tres continentes ya distribuyen sus pedales.
La siguiente entrevista forma parte de una serie sobre negocios que Newsweek Baja California publica en cada edición para compartir historias de éxito en la región.
La finalidad de este trabajo es mostrar proyectos y empresas sobresalientes que nos permitan aprender de sus experiencias e identificar oportunidades para emprender.
La entrevista que fue editada por motivo de espacio.
—¿Cómo inició esta idea?
—Fernando y yo habíamos hablado sobre armar nuestros propios pedales para hacer música. Nos gustaba salir a tocar. Empezamos a hacer nuestros propios circuitos, y de repente, al dedicarle semanas y meses fue como ‘¿por qué no hacemos una marca de pedales?’, se nos hizo fascinante la idea y le dimos.
—¿Cuáles fueron los primeros pasos que dieron para abrir este negocio?
—El primer paso que dimos fue tomar el reto de un producto comercial. Una cosa es armar un pedal para ti o para un amigo y otra cosa es armar un pedal para el público. Lo van a pisar cientos de veces, va a estar bajo estrés mecánico y tienes que hacer que aguante todo eso. Y principalmente, esa pasión de querer llevar a cabo el proyecto a como dé lugar.
—¿Qué se necesita para emprender en este giro?
—Dominar la ciencia detrás de un instrumento. Ya que hayas dominado eso, la integridad conceptual de tu producto. No es nada más llegar y hacer el pedal, es cómo le dices a la gente de qué está hecho, por qué lo hiciste, qué diferencias tiene en sonido, por qué se ve así, por qué ese logo.
—¿En algún momento tuvieron la idea de hacer otra cosa?
—He tenido interés hacia la cultura del amplificador de bulbos, como el amplificador de poder de guitarra. Empecé interesado por la amplificación de poder, que es para hacer amplificadores, pero al ver el escalón que requería dije, ‘vamos a empezar con pedales’.
—¿Cuál sería el escalón para comenzar a desarrollar amplificadores?
—Para iniciar cualquier proyecto es la infraestructura. Empezamos con pedales y de ahí te das cuenta que no nada más es tener soldadura y un cautín, que requieres todos los instrumentos de medición. Hablando de amplificadores de poder, es el mueble, la lámina, la tierra física, todavía no hay infraestructura y apenas lo estamos planeando.
—¿Cómo han influenciado las redes sociales y la venta en línea para darse a conocer?
—Las redes sociales nos han ayudado, pero también comunicarnos con las personas palabra a palabra. El hecho de que la gente nos compre aquí, de que haya músicos cada vez más utilizándolo. La red social es muy importante, sin perder de vista que cumple el rol de documentar lo que pasa en la vida real.
—¿Cómo fue que lograron expandir su mercado hacia Europa y Asia?
—Fue por medio de las redes sociales, principalmente con reviewers y con influencers. Hay personajes que se dedican a hacer revistas para la divulgación de todo lo que tiene que ver con los instrumentos musicales, ellos son los portaojos.
—¿Cuáles fueron los retos de hacer envíos nacionales e internacionales?
—Las políticas de aduana. Para envíos nacionales, nos cuesta más trabajo que enviar internacionalmente. Como estamos en frontera, tenemos que comprobar que es un producto mexicano. Y eso se tiene que hacer forzosamente en la aduana, ir personalmente.
—¿Qué cambió para Paradox Effects después de haber estado en Shark Tank?
—Fue una oportunidad de difusión increíble. Muchas personas nos vieron, conocieron a la marca después de eso. Para mi lo más importante que ha salido de eso es la representación en el medio de decir ‘En México hay gente que hace pedales. Puedes hacer pedales y puedes vivir de hacer pedales, es una industria palpable’.
—¿Algo que quieras agregar Efrén?
—Una cosa nada más. Esto del desarrollo en México, las plataformas y cómo ser legítimo, es para Paradox Effects una prioridad. No solamente creemos en que somos una marca de pedales, sino que ya queremos ser una plataforma de desarrollo, un ejemplo, una forma de decir allá afuera que México también puede tener una voz en el desarrollo de instrumentos musicales y que no somos la versión barata, que podemos vivir de ello de forma digna y como cualquier otro producto en el mundo, e inclusive tenemos muchas cosas que decir, entonces es tiempo de darle esa voz a nuestros productos y a nuestro desarrollo.