El número de muertes relacionadas con el uso de opioides en Estados Unidos en las últimas dos décadas podría ser casi 30 por ciento más alto de lo que se pensaba anteriormente, revela estudio.
Un grupo de investigadores analizó datos de personas que murieron por sobredosis de drogas entre 1999 y 2016 a partir de una base de datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos, en la que se incluía un total de 632,331 casos. Esto permitió que el equipo comparara la información de los registros de defunción con las sobredosis de drogas sin causa específica.
De estas, 78.2 por ciento de los casos mostraban información sobre el tipo de droga causante, mientras que 21.8 por ciento no incluía esa información. El equipo encontró que 71.8 por ciento de las sobredosis de drogas no clasificadas en el periodo que abarcó el estudio se relacionaron con opioides, o aproximadamente 28 por ciento más de lo que se informó previamente. Esto suma 99,160 muertes adicionales relacionadas con opioides vendidos con receta médica, o bien, con heroína o fentanilo.
El equipo encontró que estados como Alabama, Misisipi, Pensilvania, Luisiana e Indiana tenían las mayores discrepancias. De acuerdo con una declaración hecha por la Universidad de Rochester, que es donde trabajan los investigadores, el número de muertes relacionadas con el uso de opioides en Pensilvania, por ejemplo, fue de 12,374, pero en la investigación, esa cifra aumentó a 26,586.
Epidemia de opioides
La investigación se produce en medio de una epidemia de sobredosis de opioides en la que mueren 130 estadounidenses cada día en promedio, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades.
De los más de 70,200 individuos que murieron por sobredosis de drogas en 2017, alrededor de 68 por ciento consumieron algún opioide. Entre estos se incluyen los medicamentos de venta con receta médica y las drogas ilegales como la heroína y el fentanilo, su homólogo sintético más potente.
La crisis comenzó después de un aumento en la prescripción de este tipo de medicamento en la década de 1990.
El estudio
Andrew J. Boslett, Alina Denham y Elaine L. Hill son los coautores del artículo, publicado en la revista Addiction. Los científicos declararon a Newsweek: “Sospechamos que el factor que hizo que se informaran menos casos de sobredosis de opioides en Estados Unidos pudo haber sido la falta de recursos para realizar exámenes médicos, así como la dependencia continua (aunque decreciente) en los médicos legistas, que son funcionarios electos que podrían tener una experiencia limitada en la realización de exámenes médicos”.
Al explicar por qué llevaron a cabo el estudio, dijeron: “Varios investigadores han especulado que las malas condiciones socioeconómicas en muchas áreas del país durante los últimos 20 años ha desempeñado una función en el incremento del abuso y la mortalidad relacionados con las sobredosis de drogas.
Entérate: La crisis de opioides ha costado a la economía estadounidense 631,000 millones de dólares
Durante los últimos años, hemos desarrollado investigaciones para detectar si el auge del gas esquisto, la caída del uso del carbón y otros fenómenos económicos han influido de manera importante en la epidemia de sobredosis de drogas. Mientras desarrollábamos este estudio, al analizar los datos y leer las publicaciones especializadas, nos dimos cuenta de que en alrededor de 20 a 25 por ciento de las sobredosis de drogas no se mencionaba una sustancia causante en el registro de defunción”.
“Nos dimos cuenta de que se trataba de un problema, no solo para nuestros estudios, que se basan en cálculos de alta calidad de los índices locales de sobredosis de drogas y opioides a lo largo del espacio y el tiempo, sino también para la comprensión por parte del país del costo de la epidemia de sobredosis de opioides”.
El equipo continuó: “Sospechamos que el elemento que hizo que se informaran menos casos de sobredosis de opioides en Estados Unidos podría ser la falta de recursos para realizar exámenes médicos, así como la dependencia continua (aunque decreciente) en los médicos legistas, que son funcionarios electos que podrían tener una experiencia limitada en la realización de exámenes médicos”.
Al desatacar las limitaciones de su estudio, el equipo señaló que pudo haber aplicado herramientas más avanzadas de aprendizaje máquina.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek