El “MV Alta”, un buque carguero de 77 metros de eslora, encalló el domingo cerca del pueblo pesquero de Ballycotton, próximo a Cork, Irlanda: los impetuosos vientos de la tormenta ‘Dennis’ pusieron fin a su largo viaje sin tripulación, como “barco fantasma”, que había comenzado en septiembre de 2018 desde el sureste de las islas Bermudas.
El martes, un agente enviado por el condado de Cork para abordar el “MV Alta” constató que su nivel de combustible estaba al mínimo, pero encontró recipientes sellados con hidrocarburos y “otros materiales vinculados al buque que pueden representar un riesgo de contaminación en caso de derrame”.
“Trabajamos para encontrar una solución para retirar estos materiales de manera segura del casco” del buque, señaló el condado en un comunicado.
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Cuando navegaba desde Grecia con destino a Haití, el “MV Alta” quedó inmovilizado en pleno océano Atlántico en septiembre de 2018, a más de 2,220 km al sureste de las islas Bermudas. Los diez miembros de la tripulación tuvieron que esperar 20 días a bordo antes de ser auxiliados por los servicios guardacostas estadounidenses.
En aquel momento, estos últimos declararon que se encontraban trabajando en estrecho contacto con el propietario del carguero, con bandera de Tanzania, para organizar su remolque hasta la costa. sin embargo, poco después el propietario afirmó que su barco se desvió en dos ocasiones por lo que esto no fue posible, según el sitio de noticias marítimas Fleetmon.
El buque, con 44 años de antigüedad, fue avistado por uno de la Royal Navy británica en agosto de 2019, a la deriva sin tripulación en medio del Atlántico.
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La tormenta ‘Dennis’, que azotó a Irlanda el sábado y domingo pasados, con fuertes lluvias y vientos de más de 110 km/h, finalmente puso fin a su singladura en solitario al hacerlo encallar en un banco rocoso en el sur del país.
Ahora, un supuesto dueño de este “barco fantasma” contactó a las autoridades para recuperarlo, anunciaron este miércoles.
“Una persona que afirma representar al propietario del barco se puso en contacto con el organismo responsable de gestionar los restos de los naufragios”, declaró un portavoz de la administración fiscal, que es la encargada de éstos de acuerdo a la ley irlandesa.
Ésta estipula que el propietario de un navío naufragado tiene un año para declararlo ante el organismo, lo que puede brindarle la posibilidad de recuperar su bien.