Un grupo de investigadores acaba de arrojar nueva luz sobre el barco hundido de nombre “Providentz”, que se perdió en el siglo XVIII, frente a las costas de Noruega, bajo circunstancias intrigantes.
Los restos del naufragio de la embarcación “Providentz” se descubrieron a finales de 2020 en el mar cerca de la localidad de Mandal, ubicada en el sur de Noruega, unos 300 años después de su hundimiento. Las investigaciones realizadas a principios de este año arrojaron nueva información sobre el buque.
El “Providentz” era un barco mercante irlandés que zarpó del puerto de Cork, en Irlanda, con destino a Arendal, Noruega, el 22 de septiembre de 1721.
En aquel momento, el barco, que pertenecía a la influyente familia Lavit de Cork, llevaba un cargamento de mantequilla, maíz, cereales y malta, según la arqueóloga Sarah Fawsitt.
El 16 de octubre, el barco llegó cerca de Mandal, donde esperó a que mejoraran las condiciones meteorológicas antes de completar su viaje. Un par de semanas más tarde, un piloto local subió a bordo para ayudar a guiar el barco de regreso al mar de manera segura; una práctica normal.
Pero a pesar del buen tiempo y la abundante luz de la luna en la madrugada del 9 de noviembre, el barco encalló entre los islotes y arrecifes frente a Mandal, lo que abrió un agujero en el costado de babor del barco. El “Providentz” se hundió rápidamente, aunque la tripulación logró escapar ilesa.
A finales de ese mes se celebró un juicio en la corte para establecer la causa del hundimiento, al que el piloto noruego nunca se presentó, sino que envió una carta. Afirmó que algunos miembros de la tripulación, incluido el oficial del barco, estaban borrachos al momento del accidente y que, como resultado, el barco no se podía gobernar correctamente.
Pero la tripulación culpó del hundimiento al piloto, afirmando que cometió un gran error al dar una orden incorrecta en la que confundió estribor y babor. Jørgen Johannessen, arqueólogo marino del Museo Marítimo de Noruega y quien participó en las investigaciones de este año, dijo a Newsweek que, si bien es posible que algunos miembros de la tripulación estuvieran borrachos (como afirmó el piloto), es probable que su error de navegación eclipsara este problema y fuera el principal culpable del hundimiento del barco.
ASÍ HALLARON EL BARCO
El “Providentz” permaneció sin descubrirse durante siglos hasta diciembre de 2020, cuando los miembros del club de buceo Mandal localizaron sus restos. “Los buzos locales llevaban más de 40 años buscando estos restos del naufragio”, dijo Johannessen.

Poco después del descubrimiento, Johannessen y sus colegas salieron a investigar los restos del naufragio. El grupo determinó que se trataba de los restos de una embarcación del siglo XVIII. “Sabíamos que un barco mercante irlandés se hundió en 1721 en la zona”, dijo Johannessen.
“La investigación inicial se hizo para recoger algunos objetos que eran vulnerables al saqueo. Además, queríamos entender más sobre el casco y la construcción. Por último, queríamos comprobar si realmente se trataba del ‘Providentz’. Seguramente fue porque encontramos dos pipas de arcilla con el sello ‘Cork’: el puerto de donde vino el barco”.
En abril de este año, Johannessen y sus colegas llevaron a cabo una nueva excavación de investigación con el objetivo de comprender si el barco fue construido en estilo holandés o inglés.
El equipo descubrió que el barco se construyó según la tradición holandesa debido al uso extensivo de remaches y clavos de hierro en el casco.
Los investigadores también tomaron muestras de madera (llamadas “dendromuestras”) del casco para establecer dónde y cuándo se construyó el barco. Este trabajo reveló que la nave probablemente fue construida con roble del norte de Alemania alrededor del año 1700.
“Enviamos más muestras para dendrocronología, por lo que tal vez haya nuevas sorpresas para nosotros”, comentó Johannessen.
EL ‘PROVIDENTZ’ TAMBIÉN ES UN MISTERIO
El lugar del naufragio es importante desde una perspectiva histórica y arqueológica, de acuerdo con Fawsitt.
“Hay pocos estudios sobre naufragios de este tipo en buques de carga irlandeses. La familia Lavit es de enorme importancia para la ciudad de Cork. Eran una familia extremadamente influyente, política y financieramente”, escribió anteriormente Fawsitt en un blog del sitio web del Museo Marítimo de Noruega.
“Joseph y Walter [Lavit] fueron alcaldes de [Cork] y grandes zonas de la ciudad recibieron su nombre. El ‘Providentz’ también es un misterio, ya que en esa época no era habitual que los barcos irlandeses navegaran hacia Noruega”.
Según Johannessen, parece que la familia Lavit utilizaba el barco holandés para vender mercancías irlandesas con el fin de comprar madera en Noruega.
“Descubrimos que el naufragio implicaba una red más grande de conexiones comerciales en Europa occidental”, comentó Johannessen a Newsweek. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)