El gobierno interino de Bolivia “suspendió” este viernes sus relaciones diplomáticas con Cuba, en otra medida más de la presidenta derechista boliviana, Jeanine Áñez, para distanciarse de la política exterior de su antecesor, Evo Morales.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia comunica a la opinión pública nacional e internacional que ha tomado la decisión de suspender las relaciones diplomáticas con la República de Cuba a partir de la fecha”, dijo el canciller encargado, Yerko Núñez.
Núñez, ministro de la Presidencia y quien sustituye temporalmente a la ministra de Exteriores, Karen Longaric, en misión en la OEA en Washington, calificó de “inadmisibles” unas declaraciones del canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien tachó el miércoles a Áñez de “golpista autoproclamada”.
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La decisión del gobierno de Áñez, conformado tras la dimisión de Morales con el fin de convocar elecciones, fue comunicada a la embajada cubana en La Paz, afirmó Núñez.
El viceministro de Exteriores, Eduardo Zannier, dijo en la misma rueda de prensa que “la suspensión es básicamente muy similar a la ruptura de relaciones” diplomáticas.
Núñez explicó que la decisión se tomó por las “recientes e inadmisibles expresiones del Canciller (cubano) Bruno Rodríguez Parrilla y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno Constitucional boliviano y su proceso democrático”.
Rodríguez calificó en su cuenta de Twitter el miércoles como “vulgares mentiras de la golpista autoproclamada en Bolivia”, por el informe de Áñez en el día del estado plurinacional, establecido por Morales.
La mandataria dijo que durante los 14 años de Morales, Bolivia gastó cerca “de 147 millones de dólares” para financiar una brigada médica, pero que “menos de un tercio” de ésta estaba compuesta por médicos profesionales.
Además, sólo un 20% del fondo era para este programa de salud. “El resto era desviado para financiar el castrocomunismo”, apuntó Áñez.
Para distanciarse de la política exterior de Morales, dos días después de asumir el poder, Áñez rompió lazos con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro, estrecho aliado de su antecesor, igual que Cuba, y reconoció al jefe opositor parlamentario Juan Guaidó.
Además, expulsó a la brigada médica cubana.