La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció este martes que el órgano al que pertenece votará este miércoles el envío al Senado de las acusaciones contra el presidente Donald Trump, paso necesario para el juicio político.
Una decisión favorable a la transmisión de los cargos hacia la Cámara Alta, resultado esperable por la mayoría demócrata en la Cámara Baja, significará un inminente comienzo del juicio de destitución contra el presidente estadounidense, quien se convertirá en el tercero en la historia del país en enfrentar un proceso semejante.
“El pueblo estadounidense se merece la verdad, y la Constitución exige un juicio”, dijo la líder demócrata en un comunicado. “La Cámara de Representantes procederá ahora votar, el miércoles 15 de enero, si transmite los artículos del juicio político”, así como la composición del equipo que llevará a cabo el proceso en el Senado.
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La congresista por California, comenzó en la mañana a reunirse a puertas cerradas con los miembros de su mayoría para fijar las modalidades y el calendario de este histórico procedimiento.
La resolución también debería definir qué miembros de la Cámara desempeñarán el papel de fiscales durante el juicio del presidente republicano, acusado de haber abusado de su cargo para convencer a Ucrania de desprestigiar a uno de sus rivales y luego haber obstruido la investigación del Congreso.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien no oculta su intención de hacer que el inquilino de la Casa Blanca sea absuelto, dijo estar listo para actuar rápidamente una vez la Cámara de Representantes le pase el testigo.
“La Cámara ha hecho suficiente daño, el Senado está listo para asumir sus responsabilidades”, dijo el lunes en la Cámara Alta.
Trump fue acusado de “abuso de poder” y de “obstruir el buen funcionamiento del Congreso” el 18 de diciembre por una votación en la Cámara de Representantes, donde los demócratas son mayoría.
Pero Pelosi retrasó desde entonces el siguiente paso en un intento de obtener garantías sobre la imparcialidad del juicio. Los demócratas en particular le pidieron a McConnell que convocara a varios asesores de Trump a quienes se les había negado el derecho de testificar ante ellos.
“Una farsa”
Según las reglas del Senado, el juicio comenzará cuando el equipo de fiscales de la Cámara cruce los pasillos del Capitolio para unirse al Senado y leer los cargos contra Trump.
Posteriormente, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, constitucionalmente responsable de supervisar los debates, jurará ser “imparcial” ante los cien senadores, a la vez jueces y jurados del proceso.
Los demócratas, que solo tienen 47 escaños de 100 en el Senado, son conscientes de que casi no tienen posibilidades de destituir al presidente, siendo necesaria una mayoría de dos tercios para ello.
Pero esperan entregar información embarazosa para el presidente de Estados Unidos. Sin testigos ni documentos adicionales, “el proceso del Senado se convertirá en una farsa, una reunión televisada para un juicio simulado”, reconoció el lunes el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Los demócratas votaron por un juicio político convencidos de que Trump utilizó recursos del Estado para presionar a Ucrania para que anunciara una investigación sobre Joe Biden, uno de sus potenciales oponentes en las elecciones presidenciales de noviembre.
Los republicanos, que han cerrado filas en torno a Trump, denuncian en tanto una “cacería de brujas” orquestada por los demócratas.
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“Muchos creen que al Senado darle pie a un juicio basado en ninguna evidencia y ningún crimen (…) en lugar de optar por una desestimación absoluta da credibilidad a la cacería de brujas partidaria de los demócratas que de otro modo no tendría”, lanzó en Twitter el presidente Trump hace unos días.
El mandatario alimentó así una hipótesis de que los senadores republicanos podrían votar directamente una moción de no a lugar en vez de realizar el juicio, aunque de momento nada indica que el procedimiento no vaya a tener lugar.
Nueva evidencia
El congresista Adam Schiff, quien lideró la investigación sobre Trump, anunció el martes que recibieron nueva evidencia que sustenta las acusaciones contra el mandatario que llevarán al Senado.
La evidencia proviene de registros telefónicos del abogado ucraniano-estadounidense Lev Parnas, quien presuntamente trabajó con el abogado de Trump, Rudy Giuliani, en el supuesto plan para presionar a Kiev a buscar información comprometedora de los demócratas.
Los registros de Parnas “demuestran que hay más evidencia importante sobre el esquema del presidente, pero el propio presidente la ha ocultado”, dijo Schiff.