El Tribunal Supremo de Noruega ha avalado que pueda ser considerado delito la importación y la posesión de muñecas inflables de tamaño infantil, por considerar que la representación de niños con fines sexuales también supone una violación de las leyes del país nórdico.
Cinco jueces decidieron por unanimidad que un modelo de silicón de 100 cm de largo “sin duda alguna” equivalía a la sexualización de los niños.
El Supremo se pronunció este miércoles para rechazar un recurso presentado por un hombre de 45 años que en mayo fue condenado a 60 días de cárcel y a una multa de 10,000 coronas (unos 1,000 euros).
Su caso se remonta a 2016, cuando la aduana interceptó una muñeca de un metro que había comprado por Internet a un sitio de Hong Kong.
El abogado defensor, John Christian Elden, alegó durante el juicio que la muñeca no entraba dentro de las representaciones sexuales de niños vetadas por el Código Penal, castigadas con hasta tres años de cárcel.
El Tribunal Supremo, sin embargo, sostiene que “la anatomía y las proporciones de la muñeca eran las de una niña” y “fue diseñada con fines sexuales”.
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Tenía tres aberturas en el cuerpo y fue enviada con varios accesorios como una peluca, un par de ojos adicionales, un tubo con una sustancia gelatinosa y equipo de lavado.
La jueza Cecilie Østensen Berglund dijo que la muñeca parecía ser una niña “muy por debajo de los 18 años” y tenía “características tan distintivas que implica la sexualización de los niños”.
El Supremo también rechazó la afirmación del abogado defensor que la muñeca “puede ser un sustituto suficiente para prevenir el abuso real”, al señalar que la legislatura había decidido que era castigable representar a un niño como un objeto sexual.
La policía noruega expresó su preocupación por el aumento en los pedidos de muñecas sexuales realistas de Hong Kong. Dijeron que quienes compren las muñecas podrían presentar un riesgo de cometer más abusos contra los niños.
Con información de Europa Press y The Independent.