El martes, el fabricante japonés Shachihata puso a la venta un sello ultravioleta dentro de un cilindro amarillo que no es más grande que un tubo de lápiz labial. La tinta incolora de la almohadilla puede ser estampada en la mano de un chikan, o acosador sexual, para revelarla luego con luz ultravioleta.
Cada tubo cuesta 2,500 yenes, o alrededor de 23.50 dólares, y la producción inicial de 500 unidades se agotó en una hora, según Shachihata.
El acoso y abuso sexual es un problema actual en el metro japonés, donde alrededor del 70 por ciento de las mujeres jóvenes dice que ha sido manoseado. Muchas estaciones del tren suburbano tienen letreros declarando: “Chikan es un crimen” y “Cuidado con el chikan”, y ser hallado culpable de manosear en el metro se castiga con multas de hasta 500,000 yenes (alrededor de 4,500 dólares) y seis meses en prisión.
Algunas líneas de tren han introducido vagones exclusivos para mujeres, pero grupos de hombres los han abordado en protesta, reclamando discriminación de género. Y los críticos dicen que pocas mujeres presentan cargos, algunas a causa de la reacción negativa social, otras porque no quieren llegar tarde al trabajo. Algunas solo asumen que hallar a un chikan huyendo en una estación del metro abarrotada es casi imposible.
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Los ejecutivos en Shachihata dicen que se inspiraron para crear el sello después de leer las quejas sobre el toqueteo en el metro en Twitter.
Después de que una mujer contó que le dijeron que pinchase a un chikan “con un imperdible”, la compañía dijo que decidió idear contramedidas menos violentas. “Esto es serio y no es broma”.
Aun cuando la tinta se puede lavar, el producto está diseñado para ser una disuasión; se puede colgar a un bolso con una correa visible para advertir a un chikan que la portadora tiene una manera de identificarlo.
Yayoi Matsunaga, directora del Centro de Actividades para la Prevención del Manoseo en Osaka, dijo a The Japan Times que la introducción del sello fue “muy significativa”. “Debería tener un gran impacto en la sociedad”, añadió Matsunaga, “lo cual podría levar a disuasión”.
Se han introducido otros productos para abordar la crisis del chikan, incluida Digi Police, una aplicación que grita “¡Deja de hacerlo!” y proyecta una advertencia a otras pasajeras de que hay un acosador sexual en el tren.
Según The Guardian, Digi Police ha sido descargada más de 237,000 veces desde su lanzamiento en mayo.