Un cráneo humano descubierto en una caverna griega ha sido datado con una antigüedad de 210,000 años, 150,000 años antes de la época en que se creía que los humanos se habían asentado por primera vez en Europa. Este descubrimiento indica que el Homo Sapiens migró de África en varias ocasiones antes de conquistar el mundo.
Los primeros humanos modernos evolucionaron en África hace alrededor de 750,000 años. Fueron precedidos por varias especies del género Homo, como el Homo Erectus y los Neandertales, las cuales salieron de África cientos de miles de años antes.
Se sabe que, a lo largo de la historia, se produjeron muchas olas migratorias provenientes de África, que comenzaron hace alrededor de 270,000 años. Sin embargo, se piensa que la migración más importante y sostenida con rumbo a Asia, Europa y el resto del mundo comenzó hace entre 80,000 y 60,000 años.
https://newsweekespanol.com/2019/06/campo-magnetico-tierra-neandertales/
En un estudio publicado en la revista Nature, un grupo de investigadores mostró pruebas de que los seres humanos modernos llegaron a Europa mucho tiempo antes.
El equipo analizó dos cráneos encontrados en la Cueva de Apidima en Grecia, a finales de la década de 1970. Ninguno de los cráneos había sido analizado científicamente, ya que estaban fragmentados y había poco contexto en relación con su descubrimiento.
Uno de los cráneos, conocido como Apidima 2, parecía ser de un Neandertal debido a sus características morfológicas. Una tomografía computarizada confirmó este hecho. La datación reveló que el homínido vivió hace cerca de 170,000 años.
Sin embargo, el cráneo Apidima 1 planteó un problema. El equipo no tenía más que la parte posterior del cráneo, y éste poseía características primitivas y modernas. Sin embargo, aun así, fueron capaces de crear una reconstrucción en 3D del cráneo, y encontraron que pertenecía a la especie Homo Sapiens.
Este descubrimiento indica que hubieron al menos dos especies humanas viviendo en ese sitio durante el período Pleistoceno Medio: un grupo de humanos modernos seguido por una población de Neandertales. “Nuestros hallazgos apoyan la idea de varias dispersiones de los primeros seres humanos fuera de África, y señalan los complejos procesos demográficos que caracterizaron a la evolución humana durante el Pleistoceno y a la presencia de seres humanos modernos en el sureste de Europa”, concluyeron los científicos.
La migración de seres humanos modernos de África presenta un panorama complicado, el cual se complica aún más cuanto más crece el registro de fósiles. En 2017, científicos anunciaron el descubrimiento de fósiles de Homo sapiens en Marruecos, los cuales databan de hace 300,000 años. Esto es muy lejos de la ‘cuna de la humanidad ‘, donde se cree que evolucionó nuestra especie, en el sur y el este de África.
https://newsweekespanol.com/2019/06/cientificos-milenaria-poblacion-siberia/
En un artículo sobre este reciente descubrimiento, Eric Delson, paleontoantropólogo que no participó en el estudio, señaló que los hallazgos proporcionan información sobre “la compleja historia de nuestra especie y de nuestros parientes cercanos cuando esas poblaciones se dispersaron fuera de África, desde las dispersiones tempranas y poco exitosas hasta las migraciones que, finalmente, tuvieron éxito”.
Señaló que los fósiles de Apidima plantean preguntas sobre lo que le ocurrió a esta temprana población de Homo sapiens, la cual existió, probablemente, junto con los Neandertales. “¿Fue parte de una población que no pudo competir con éxito contra los Neandertales, especialmente en el clima tan inestable de esa época? Quizás en una o más ocasiones, ambas especies se reemplazaron entre sí como el principal grupo de homínidos presente en esta región”.
Finalmente, los seres humanos modernos reemplazaron a los Neandertales, que posteriormente se extinguieron hace alrededor de 40,000 años. “Estas pruebas de Apidima, junto con otros descubrimientos, demuestran que, en más de una ocasión, los seres humanos modernos se desplazaron hacia el norte y el occidente de África y el Levante hacia Europa”, escribió Delson. “En lugar de una sola salida de homínidos de África para poblar Europa, debieron haber existido varias dispersiones, algunas de las cuales no produjeron ocupaciones permanentes por parte de esos homínidos y sus descendientes”.