Los científicos que entregaron casi 20,000 billeteras “perdidas” alrededor del mundo para poner a prueba la honestidad de miembros del público hallaron que la gente tiene más probabilidades de devolver billeteras llenas de dinero que cuando están vacías. Los expertos dicen que el hallazgo pone en duda la idea de que la gente es egoísta y deshonesta.
Los equipos con bases en Estados Unidos y Suiza querían revisar el concepto de la honestidad cívica, la cual dicen ellos que es “esencial” para que la sociedad funcione y para el desarrollo económico, pero no corresponde con lo que algunos ven como nuestro instinto innato de ser egoístas.
El estudio, publicado en la revista Science, vio a los investigadores regresar estuches transparentes de tarjetas de presentación a un miembro del personal, que no estaba al tanto, en el mostrador de lugares públicos como bancos, centros culturales como museos, oficinas de correo, hoteles y estaciones de policía. Se colocaron cantidades diferentes de dinero en las billeteras.
Los investigadores luego esperaron para ver si la persona contactaba al falso dueño, para poner a prueba si serían tentados a robarse el dinero. Si los investigadores no recibían una respuesta enviada a una dirección de correo electrónico establecida para el dueño de la billetera en 100 días, asumirían que se había perdido.
En cada país, se llevaron a cabo alrededor de 400 experimentos en las cinco a ocho ciudades más grandes. Un total de 17,003 billeteras fueron colocadas en 355 ciudades en 40 países alrededor del mundo. En los estuches o no se dejaba dinero o se dejaba el equivalente a 13.45 dólares ajustado al poder adquisitivo del país. Se incluyeron una llave, tarjetas de presentación y una lista de compras escrita en el idioma local para indicar que el dueño podía ser contactado con facilidad y parecía vivir en la localidad.
En 38 de los 40 países, los participantes tenían abrumadoramente más probabilidades de tratar de regresar la billetera a su dueño cuando contenía dinero que cuando estaba vacía. La gente en México y Perú tenía menos probabilidades de regresar una billetera con dinero que una vacía.
En 98 por ciento de los casos, se regresó el dinero, no solo la billetera. La probabilidad de que el estuche fuera regresado aumentó de 40 por ciento cuando no tenía dinero a 51 por ciento cuando sí lo tenía.
Las muestras de honestidad podrían explicarse porque la cantidad de dinero incluida no era suficiente para provocar un comportamiento nefario, sugirieron los autores. Para investigar esto, el equipo llevó a cabo otro estudio en Estados Unidos, el Reino Unido y Polonia, donde la cantidad de dinero en algunas billeteras alcanza los 94.15 dólares. Para sorpresa de los investigadores, el índice de personas que devolvió las billeteras fue de 46 por ciento sin dinero; 61 por ciento con 13.45 dólares, y 72 por ciento cuando se dejaban 94.15 dólares.
Los investigadores revisaron también si la presencia de otros individuos cuando se entregaba la billetera marcaba una diferencia en los grados de comportamiento honesto, así como cámaras de seguridad en el edificio (y en Estados Unidos, leyes de propiedad perdida). Hallaron que todo esto no marcaba una diferencia significativa en cómo actuaba la gente.
Y cuando los investigadores les preguntaron a los participantes si querían una recompensa, no esperaban una más grande que el dinero en la billetera.
Estudios anteriores han sugerido que la gente tiene menos probabilidades de ser honesta cuando es mayor el incentivo material, y será deshonesta si piensa que no será atrapada ni está en riesgo de manchar su reputación. Pero la mayoría de la investigación en comportamiento honesto se había hecho en un ambiente de laboratorio, y se enfocó en sociedades occidentales, educadas, industrializadas, ricas y democráticas, explicaron los autores.
Los investigadores creen que los participantes regresaron las billeteras porque no querían sentirse como unos ladrones. En sondeos representativos a nivel nacional en Estados Unidos, el Reino Unido y Polonia, los investigadores les pidieron a los encuestados que calificaran si quedarse la billetera vacía, llena de dinero o con una cantidad mediana de dinero los haría sentir como si estuvieran robando. Cuanto más dinero había en la billetera, ellos se sentían más como ladrones, dijeron los encuestados.
Un sondeo diferente de 299 personas llevado a cabo por los investigadores les preguntó a los encuestados si podían predecir que una billetera sería regresada si no contenía dinero o contenía poco o mucho dinero. La mayoría pensó que la billetera que contenía los 94 dólares no sería regresada, pero la billetera vacía sí lo sería. Y un sondeo de 279 economistas llegó a la misma conclusión.
David Tannenbaum, coautor del estudio y profesor adjunto del departamento de administración en la Universidad de Utah, dijo a Newsweek que la parte experimental del estudio abarcó de julio de 2013 a diciembre de 2016, y los investigadores encontraron algunos inconvenientes en ese lapso.
“Hubo muchos retos”, dijo él. “Un reto fue simplemente llevar materiales de investigación a los países. Por ejemplo, ¿cómo pasar la aduana con una maleta llena de llaves y billeteras? También tuvimos que lidiar con circunstancias imprevistas como desastres naturales (p.e. inundaciones en India) y, por supuesto, asegurarnos que nuestros asistentes de investigación estuviesen a salvo”.
“También tuvimos que lidiar con el miedo remanente y la ansiedad de actos recientes de terrorismo. Por ejemplo, mientras llevábamos a cabo el experimento en Kenia, sucedieron los ataques terroristas en París, y uno de nuestros experimentadores fue arrestado e interrogado por la policía militar por actividad sospechosa”.
Pero el trabajo duro valió la pena.
“Cuando comenzamos este proyecto, asumimos que la gente naturalmente tendría menos probabilidades de regresar una billetera cuando tenía más dinero dentro”, comentó él. “Nos sorprendió hallar lo opuesto. Y el hecho de que este hallazgo sea notablemente consistente en diferentes países fue una sorpresa todavía mayor”.
“[Los] beneficios materiales más altos de la deshonestidad también aumentan los costos psicológicos del acto deshonesto, y estos costos psicológicos pueden dominar el interés material de comportarse deshonestamente”, explicó Tannenbaum.
Al abordar los resultados en Perú y México, él explicó: “No sabemos por qué Perú y México resultaron diferentes. Algo que cabe señalar es que la disminución en índices de reporte en ambos países no es estadísticamente significativa, lo cual significa que la magnitud de la disminución no es distinguible de lo que se podría esperar solo por azar. En otras palabras, la disminución podría ser ruido al azar”.
Como todos los estudios, el trabajo estuvo limitado, dijo Tannenbaum, pues este tipo de estudio no está tan controlado como un experimento de laboratorio, pero los métodos son lo bastante robustos para dar luz sobre las actitudes hacia la honestidad.
On Amir, profesor de mercadotecnia de la Universidad de California, campus San Diego, quien ha investigado el comportamiento deshonesto y no estuvo involucrado en el ensayo, dijo a Newsweek que la gente esperaba lo peor de los participantes porque “albergan la visión de que los humanos son egoístas a través de resultados económicos inmediatos, y se olvidan de tomar en cuenta que la gente también maneja su propia visión de sí mismos”.
“Esto es importante porque significa que en aras de mejorar la sociedad, en vez de depender en la amenaza y el castigo, podemos educar y promover estándares morales y esto tendría un significativo efecto positivo para todos. Que incluso una billetera vacía fuera regresada más de la mitad de las veces, fortalece al optimista en mí”, dijo Amir.
“Este estudio enfatiza la noción de que la gente en general es muy honesta, una noción que parece estarse perdiendo en nuestra sociedad por estos días. Además, apoya la noción de que la gente es influenciada en gran medida por los estándares morales internos que han aprendido. Así, en vez de invertir en más vigilancia y aplicación de la ley, deberíamos invertir en educación de valores”.
Shaul Shalvi, profesor asociado del Centro de Investigación en Economía Experimental y Toma de Decisiones Políticas y en el Departamento de Psicología en la Universidad de Ámsterdam, dijo a Newsweek que también a él le sorprendieron los resultados: “En la era de las noticias falsas, cuando los hechos importan menos que las opiniones, hay pocas cosas más importantes que estudiar la honestidad humana a mi parecer”.
Shalvi, quien ha investigado la moralidad, dijo que sería interesante que un trabajo futuro pusiese a prueba si se vería la misma respuesta con billeteras pertenecientes a turistas o inmigrantes.
Él dijo: “Sabemos, por años de investigación en psicología y economía, que la gente es parroquial: tiene más probabilidades de ayudar, cooperar y confiar en gente de su propio grupo que en miembros de un grupo externo. Por ello es que no está claro si los grados de honestidad cívica observados en el trabajo actual se conseguirían si el dueño de la billetera no es del mismo grupo que la persona que está considerando regresarle la billetera a quien le pertenece”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek