El gobierno de Irán insta a sus ciudadanos a usar mensajes de texto (SMS) para denunciar a sus vecinos o desconocidos si piensan que son culpables de violar el código público de conducta de ese país.
El Poder Judicial iraní ha establecido un sistema de mensajes de texto que permitirá que las personas denuncien a otras por faltas como quitarse el velo islámico, realizar fiestas en las que asistan hombres y mujeres, beber alcohol, e incluso publicar mensajes en redes sociales que se consideren inapropiados. El gobierno ahora anima a los ciudadanos a evitar enfrascarse en discusiones sobre los códigos de conducta y, en cambio, registrar y denunciar cualesquier ofensas al gobierno a través de una acusación oficial.
Los expertos afirman que el gobierno de Irán incita a sus ciudadanos a actuar como vigilantes urbanos y a espiarse unos a otros con el fin de imponer los estrictos códigos de conducta religiosos y morales del gobierno.
“Las políticas y reglas de los funcionarios iraníes hacia el código de vestimenta de las mujeres ha sobrepasado desde hace mucho tiempo los límites de la invasión a la privacidad y han violado la libertad de expresión, internándose en el territorio de la obsesión fanática. Es profundamente perturbador ver a los funcionarios promover el espionaje de los ciudadanos, ampliando el círculo de aquellos que violan los derechos básicos de las mujeres”, declaró a Newsweek Omid Memarian, subdirector del Centro de Derechos Humanos de Irán.
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“Lo que están haciendo los partidarios de la línea dura es volver a las personas unas contra otras. Esto es divisivo y abre la puerta a conductas abusivas. Si esto se vuelve permanente, creará una atmósfera de miedo e intimidación, aún mayor que la que existe actualmente”, añadió Memarian.
Trita Parsi, presidente del Consejo Nacional Iraní Estadounidense, añadió que la presión de Estados Unidos contra Irán, que incluye las sanciones económicas y la reciente amenaza de una intervención militar, fortalece la postura de quienes están a favor de seguir una línea dura en el país.
“Parece que [Ebrahim] Raisi, que acaba de asumir el máximo cargo del Poder Judicial, está dejando su huella”, declaró Parsi a Newsweek. “Me temo que habrá una mayor escalada de esta represión en los meses próximos, en tanto los partidarios de la línea dura sientan que tienen impulso como resultado del debilitamiento de [el presidente Hassan] Rouhani, el cual se debe, principalmente, al sabotaje de Trump del [acuerdo nuclear con Irán]”.
Varias personas en Irán declararon a Newsweek que el gobierno puso en marcha el nuevo servicio en respuesta a un tuit viral publicado por una mujer cuyo conductor de Snapp, que es la versión iraní de Uber, la arrojó de su vehículo por quitarse el velo en el auto. Cuando el tuit de la mujer quejándose por el incidente adquirió impulso, un canal televisivo dirigido por el Estado invitó al conductor a aparecer en un programa de televisión donde fue elogiado por hacer valer la obligatoriedad del velo. Asimismo, la mujer fue obligada a disculparse por su tuit.
“Es horrible”, declaró a Newsweek Reihane Taravati, fotógrafa de modas de Teherán. “Como si no hubiéramos tenido suficiente en el último año con las sanciones, con la amenaza de guerra, con las tragedias que tenemos que enfrentar todos los días. Y ahora, cada día tenemos menos privacidad”.
“Nunca tenemos privacidad, ni siquiera en nuestra casa o en nuestro auto. Y ahora tratan de empeorarlo todo”, añadió Taravati.
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Mientras tanto, los expertos señalan que el nuevo sistema de mensajes de texto contradice lo establecido en la Constitución de Irán en relación con la protección de la privacidad.
El Artículo 25 de la Constitución de Irán consagra el derecho a la privacidad y a la protección de datos mediante la prohibición del registro y divulgación de conversaciones telefónicas, la escucha en secreto y todas las formas de investigación encubierta, declaró a Newsweek Mahsa Alimardani, experta en tecnología y derechos humanos de Irán.
“Además, en los Capítulos 4 y 5 de la Ley sobre Delitos Informáticos se señala que cualquier revelación, en forma verbal o impresa, de información personal, la invención de hechos para vilipendiar públicamente la dignidad de las personas o dañar su reputación mediante insultos y calumnias, y poner en entredicho a las personas, se consideran una violación a la reputación de los demás y, por esa razón, se consideran como difamación”, añadió Alimardani.
Esas dos leyes hacen que sea técnicamente ilegal que las personas se graben unas a otras y que presenten el tipo de denuncias que el Poder Judicial de Irán alienta ahora. Aun así, no se espera que surjan impugnaciones a este nuevo servicio.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek