Endémico de Asia, el sur de Europa, Australia y las regiones tropicales de África, el helecho de lima (Pteris vittata) tiene una propiedad muy peculiar: absorbe grandes cantidades de arsénico del suelo y lo almacena en sus frondas sin que esta sustancia tóxica lo mate.
Y ahora, según un estudio publicado el 9 de mayo en la revista Current Biology, un equipo de científicos de la Universidad Purdue, en Indiana, Estados Unidos parece haber desentrañado el misterio de los mecanismos genéticos y celulares que intervienen en la tolerancia de esta planta al arsénico.
Los hallazgos podrían tener implicaciones importantes, porque el suelo y los mantos freáticos contaminados con arsénico representan una amenaza potencial para cientos de millones de personas en todo el mundo.
A la fecha, la extracción de este metal pesado y altamente tóxico requiere de un proceso muy laborioso y costoso. No obstante, los autores esperan que el helecho de lima -también conocido como helecho de habichuela y filipodio cordobés- pueda albergar pistas que apunten a una solución más eficaz.
“Otros investigadores han demostrado que, cuando se cultiva en suelos contaminados con arsénico, este helecho puede retirar casi 50 por ciento del arsénico en cinco años”, informó Jody Banks, profesora de botánica y fitopatología en la Universidad Purdue. “Se necesita tiempo, pero es un remedio muy económico”.
Por otra parte, los investigadores señalaron que podría llegar el día en que sus hallazgos se utilicen para modificar otras plantas con ingeniería genética y volverlas capaces de absorber arsénico con más rapidez y eficacia que el helecho de lima, lo cual podría conducir a una solución que reduzca los costos y el tiempo para eliminar la sustancia tóxica.
En términos generales, el arsénico es tóxico para plantas y animales debido a que causa la muerte celular por estrés oxidativo o bien, interfiriendo con la capacidad de la célula para producir ATP, un compuesto químico que actúa como fuente de energía celular.
Sin embargo, los científicos señalan que el helecho de habichuela posee mecanismos especiales que impiden dichos procesos.
El equipo identificó tres genes que exhiben una actividad significativa cuando la planta tiene contacto con arsénico. Luego de algunos experimentos, los investigadores hallaron que, al “desactivar” esos genes, el helecho moría al absorber el metal pesado, lo que puso de relieve su importancia para proteger la planta contra la toxicidad del arsénico.
“Estos y otros genes trabajan en combinación para conducir el arsénico al interior de la célula y almacenarlo en las vacuolas, donde no causa daño alguno a la planta”, concluyó Banks.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek