Dos discursos se encuentran en la cartelera de la Cineteca Nacional. Uno presencial, sin embargo, que llega con dos décadas de distancia, y otro que, desde el presente, lanza la mirada a 30 años en el pasado. Ambos, con la mirada irreverente de realizadoras que se inmiscuyen en terreno hasta el momento desconocido, en un caso, o que se reapropian tanto de las letras y las situaciones de una clase tan privilegiada como ridícula, en el otro caso.
Un lugar llamado Chiapas (A Place Called Chiapas, Canadá, 1998) fue dirigido por Nettie Wild pocos años después de que el EZLN se levantó en armas para tomar cinco ciudades y 500 rancherías. Este acto devolvió la mirada a una población que no solo había sido abandonada por años, sino violentada y masacrada a placer ante la indiferencia del resto de México.
El documental de Wild se acepta como una mirada ajena e inexperta, pero con los ojos bien abiertos se interna en los parajes más recónditos de Chiapas y del Ejército Zapatista. Desde dentro, la realizadora le da voz no solo a los integrantes del movimiento (incluido el subcomandante Marcos, imagen popular), sino también a los pobladores, indígenas y criollos, de Chiapas. Este filme, hablado en español, inglés y tzotzil, llega con toda la insolencia que caracterizó a los años 90.
Con una irreverencia similar, no exenta de frescura y fuerza, el tercer largometraje de la mexicana Alejandra Márquez Abella, Las niñas bien (México, 2018) se inspira de manera libre en los personajes de Guadalupe Loaeza para dar vida a un país en plena crisis.
Se trata de un drama sofisticado que encuentra un discurso político a través de un poderoso discurso de género que pone de cabeza a la élite mexicana, con todos sus despropósitos, a inicios de los años 80. La aristocracia presentada en pantalla, venida a menos, está en el momento preciso en el que su mundo está cambiando.
El filme de Márquez Abella propone una pérdida de la inocencia al tiempo que nos manda en un intenso viaje temporal a uno de los momentos más álgidos de la sociedad patriarcal mexicana que ya quería sentirse lejos de años como 1968 y 1971.
Sin duda estas dos obras nos remiten a momentos clave de la historia mexicana reciente, ambos de manera emocional y emocionante, desde el mundo del documental y desde la ficción.
EN CARTELERA
Las herederas
(Paraguay-Alemania-Brasil-Uruguay, 2017, 95 mins.) De Marcelo Martinessi, con Ana Brun, Margarita Irún, Ana Ivanova, Nilda González, María Martins, Alicia Guerra. Chela y Chiquita, ambas descendientes de familias adineradas, han estado juntas por más de 30 años. Su situación financiera ha empeorado con el paso del tiempo, por lo que comienzan a vender sus posesiones. Cuando sus deudas provocan el encarcelamiento de Chiquita, Chela se verá obligada a enfrentar una nueva realidad, embarcándose en una revolución personal e íntima. Con un tono minimalista en donde destaca el trabajo de las actrices Ana Brun, Margarita Irún y Ana Ivanova, el primer largometraje de Marcelo Martinessi gira en torno al afecto, la libertad, el temor y el deseo de una mujer que renace frente a las rígidas normas y las desigualdades sociales que coexisten en Paraguay.
En los pasillos
(In den Gängen, Alemania, 2018, 120 mins.) De Thomas Stuber, con Franz Rogowski, Sandra Hüller, Peter Kurth, Henning Peker. Después de que el tímido Christian pierde su empleo, comienza a trabajar en un supermercado. Ahí se sumerge en la perpetua organización del almacén y la mecánica de los montacargas, con la ayuda de su compañero Bruno. Muy pronto se enamora de Marion, una empleada de la dulcería. Desafortunadamente para él, ella está casada. Con humor y melancolía, esta sencilla historia de amor se enmarca en la inmensidad de un espacio laboral, con la Alemania de la reunificación como ominoso fantasma del pasado.
El atentado del siglo
Utøya (Utøya 22. juli, Noruega, 2018, 93 min.) De Erik Poppe, con Andrea Berntzen, Aleksander Holmen, Brede Fristad, Elli Rhiannon Müller Osbourne, Solveig Koløen Birkeland, Jenny Svennevig. En julio de 2011 un ataque terrorista de gran escala tuvo lugar en la isla noruega de Utøya, donde un extremista de ultraderecha terminó con la vida de 69 jóvenes integrantes de un partido político de izquierda. A través de los ojos de una chica de 18 años, la cinta recrea este fatídico hecho a partir de un ambicioso ejercicio formal: un plano secuencia que sigue el desarrollo de la masacre en tiempo real. El resultado es una desgarradora reflexión sobre la violencia y la polarización de la sociedad europea de nuestros días.
Spider-Man: un nuevo universo
(Spider-Man: Into the Spider-Verse, EU, 2018, 117 min.) De Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman, con Shameik Moore, Jake Johnson, Hailee Steinfeld, Liev Schreiber. En un universo paralelo donde Peter Parker ha muerto, el joven afrolatino Miles Morales es el nuevo Hombre Araña. Sin embargo, cuando el mafioso Kingpin construye un supercolisionador, versiones alternas del superhéroe aparecerán y buscarán regresar a su universo antes de que la realidad colapse. Con un estilo visual innovador donde se combinan dibujos bidimensionales e imágenes creadas por computadora inspiradas en viñetas de cómic, esta cinta obtuvo recientemente el Óscar a mejor película animada.
ESTRENOS
El ángel
(Argentina-España, 2018, 118 min.) De Luis Ortega, con Lorenzo Ferro, Chino Darín, Mercedes Morán, Daniel Fanego, Luis Gnecco, Peter Lanzani, Cecilia Roth. Buenos Aires, 1971. Carlitos, un joven despreocupado y de rostro angelical, descubre su verdadera vocación en la vida: ser ladrón. Cuando conoce en su nueva escuela a Ramón se siente atraído por él, por lo que decide llamar su atención. Juntos comienzan una historia de descubrimiento, amor y crímenes que llevará a Carlitos a ser uno de los mayores asesinos seriales en la historia de Argentina. Con un tono alejado de la denuncia, El ángel, exhibida en la sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes en 2018, sigue la historia de Carlos Eduardo Robledo Puch, apodado por la prensa como “el ángel de la muerte” y al que se adjudican más de 40 robos y 11 asesinatos.
Belmonte
(Uruguay, 2018, 75 min.) De Federico Veiroj, con Gonzalo Delgado, Olivia Molinaro Eijo, Tomás Wahrmann, María Noel Gutiérrez, Giselle Motta, Jeannette Sauksteliskis, Raquel Eliazer. A Belmonte, interesado en retratar al ser humano, sus pliegues, su desmesura, se le acerca una muestra de pintura en el Museo de Artes Visuales de Montevideo, pero él está más ocupado pensando en los cambios que vive su familia: su exmujer está embarazada, fruto de la relación que mantiene con otro hombre, y percibe que su hija, Celeste, pasará menos tiempo con él cuando nazca su hermano. Belmonte necesita la brújula que le supone estar con su hija, preparar su almuerzo, acompañarla a la escuela y, sobre todo, comenzar a compartir con ella su mundo interior sin esconder las preocupaciones, aunque sean propias de un adulto.