Esta semana, un equipo de científicos y médicos del Reino Unido publicó noticias de un segundo hombre VIH positivo de Londres que se encuentra en una remisión del VIH a largo plazo (18 meses) después de someterse a un tratamiento para el linfoma de Hodgkins. Este inesperado éxito ha dado pie a una nueva ronda de discusiones sobre una posible cura para el VIH.
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Desde 2008, los científicos han tratado de replicar el tratamiento que curó de VIH al “paciente de Berlín”. En esa época, muchas de las personas que trabajaban en el campo de la investigación del VIH se emocionaron al enterarse de que este hombre, que dio positivo en una prueba para detectar el virus de la inmunodeficiencia humana en Berlín y que se había sometido recientemente un tratamiento para la leucemia mieloide aguda, parecía estar curado del VIH. Hasta ahora, los éxitos obtenidos al replicar esta cura han sido limitados.
¿Qué es el VIH?
El VIH es el virus que provoca el sida. Desde el descubrimiento de este virus, en la década de 1980, más de 75 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas con él. Actualmente, casi 37 millones de personas viven con VIH. De ellas, alrededor de 1.1 millones viven en Estados Unidos
La infección del VIH casi siempre producía sida, que a su vez, casi siempre era fatal. En 1996 se lograron grandes avances en esta área con la introducción de las terapias de medicamentos antirretrovirales. Estos medicamentos impiden que el VIH se replique y permiten que una persona infectada recupere el funcionamiento de su sistema inmunológico. Estos medicamentos son tan efectivos que, actualmente, una persona que vive con VIH tiene casi la misma expectativa de vida que alguien que no ha sido infectado con el virus. Sin embargo, estos medicamentos se deben tomar diariamente, tienen muchos efectos colaterales graves y pueden costar miles de dólares cada mes.
No obstante, aún con este tratamiento capaz de aumentar la expectativa de vida, aún no se cuenta con una cura funcional del VIH, definida como una persona con VIH que ya no da positivo en la prueba para detectar el virus y no necesita tomar esos medicamentos.
La ‘cura’
Todo esto pareció cambiar cuando, en 2008, en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, realizada en Boston, Massachusetts, se revelaron las noticias sobre el paciente de Berlín, llamado Timothy Ray Brown, que parecía haber sido curado del VIH. Para lograr esa “cura” fortuita, Brown tuvo que someterse a un agresivo tratamiento para su leucemia mieloide aguda en el que se le realizaron dos trasplantes de células madre hematopoyéticas, en los que la médula ósea del paciente sufre daños, así como una radiación en todo el cuerpo.
Para realizar este complicado tratamiento, es necesario destruir el propio sistema inmunológico de la persona con altas dosis de quimioterapia o radiación. Luego, el paciente recibe un trasplante de nuevas células madre, que pueden ser propias o de un donador.
Es un tratamiento difícil que conlleva un gran riesgo de infección y otras complicaciones, como la enfermedad de injerto contra huésped, coágulos sanguíneos e insuficiencia hepática.
Los investigadores se enteraron de que Brown y el “paciente de Londres” fueron sometidos a un tratamiento novedoso. E
n el caso de Brown, y ahora, en el del paciente de Londres, las nuevas células sanguíneas que se les trasplantaron provenían de donadores que tenían dos copias de una mutación genética del receptor CCR5. Esta mutación del receptor CCR5, presente en alrededor de 1 por ciento de las personas de ascendencia europea, evita que los virus entren en las células del sistema inmunológico.
Esto las hace resistentes a la mayoría de las infecciones por VIH.
Sin embargo, el solo hecho de sobrevivir al trasplante no es lo único que produce la “cura” o remisión del VIH. Tras recibir tratamiento, a ambos pacientes se les retiró su medicación antirretroviral, y en exámenes posteriores se mostró que el equipo no pudo detectar el VIH en su sangre, ni siquiera con pruebas sanguíneas muy sensibles.
La imposibilidad de encontrar el VIH en la sangre, junto con la mutación del receptor CCR5, dio lugar a la remisión del VIH del paciente de Londres que se anunció a principios de esta semana.
¿Qué es lo que muestra el nuevo caso?
Dadas las recientes decepciones con los trasplantes de células madre hematopoyéticas en personas que viven con VIH, el equipo que informó sobre la remisión del paciente de Londres no describe a este último como curado. Tampoco debería hacerlo nadie más.
Si bien un segundo paciente que experimenta una remisión del VIH con un tratamiento para el cáncer ligeramente menos tóxico ciertamente constituye un avance alentador, una remisión de 18 meses no es lo mismo que una cura.
Asimismo, aunque el tratamiento para el cáncer recibido por el paciente de Londres fue menos intenso, ya que únicamente se le aplicó quimioterapia y el trasplante de células madre, no por ello dejó de ser tóxico y no constituye un tratamiento al que deberían someterse las personas sanas que viven con VIH.
Es importante señalar que la comunidad relacionada con el VIH supo que el caso de Brown no era el único. Esto nos da una razón adicional, y quizás más grande, para esperar futuras revoluciones en los trabajos científicos para hallar la cura del VIH.
Allison Webel, Profesora Adjunta de Enfermería, Universidad Case Western Reserve
Este artículo está reproducido de The Conversation bajo licencia de Creative Commons. Puedes leer el artículo original aquí.