Donald Trump y los legisladores del Congreso estadounidense continúan en un punto muerto por la seguridad fronteriza, con el presidente clamando que su muro largamente prometido es necesario para “proteger a nuestras familias y nuestra nación”. Pero el cierre parcial del gobierno federal, que se ha prolongado a su tercera semana, tal vez esté dando menos seguridad a los estadounidenses.
Agencias como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC), junto con otros departamentos encargados de proteger a los ciudadanos, han sido cerradas en gran medida desde que comenzó el cierre en diciembre.
La FDA ha suspendido la mayoría de sus inspecciones de seguridad alimentaria. Esto significa que la agencia no puede estar atenta a bacterias transmitidas por los alimentos como la salmonela, E. coli y listeria.
Scott Gottlieb, comisionado de la FDA, dijo a NBC News previamente esta semana que “las cosas no están normales” en la agencia. De los 17,000 empleados de la agencia, más del 40 por ciento están con licencia durante el cierre.
“Hay cosas importantes que no estamos haciendo”, comentó Gottlieb. “Hacemos todo lo que podemos para tratar de continuar con nuestro papel básico de protección al consumidor. Ese es nuestro enfoque”.
En la TSA, aproximadamente 50,000 funcionarios han sido obligados a trabajar sin un cheque garantizado. Pero muchos trabajadores han renunciado o dejaron de presentarse, suscitando preocupación por la protección y seguridad.
“Nuestros oficiales han pasado por una cantidad tremenda de entrenamiento e hicieron un juramento de proteger a este país”, dijo Hydrick Thomas, presidente del Consejo de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales de la TSA, en una declaración publicada el martes.
“Están muy especializados en revisar a los pasajeros y lo hacen mejor que cualquier contratista privado, pero estamos en riesgo de perderlos al no ofrecerles un pago por las largas horas y el trabajo peligroso. El Congreso y la administración deben revalorar sus prioridades y reabrir el gobierno para que podamos pagarles a estos oficiales por el trabajo que han hecho y no arriesgarnos a perder más de los que hemos perdido”, añadió Thomas.
El Servicio de Parques Nacionales tiene la tarea de mantener abiertos muchos de los terrenos públicos de Estados Unidos mientras 16,000 de los 19,000 miembros de su personal están con licencia. En las casi tres semanas desde que se cerró el gobierno, tres personas han muerto en accidentes en parques nacionales. Se cree que han ocurrido otras cuatro muertes por suicidio. En general, un promedio de seis personas mueren cada semana en el sistema de parques, según Jeremy Barnum, portavoz de la agencia.
El Servicio de Parques Nacionales anunció que está usando fondos designados para proyectos futuros para mantenerse abierto y conservar al personal en sus sitios más populares en todo el país.
“Tomamos esta medida extraordinaria para asegurarnos de que los parques estén protegidos, y que los visitantes puedan continuar entrando a los parques con servicios básicos limitados”, expresó Daniel Smith, subdirector del Servicio de Parques Nacionales, en una declaración previamente esta semana.
La Asociación de Agentes del FBI envió una petición a la Casa Blanca y el Congreso el jueves advirtiendo sobre los efectos del cierre en su labor. Los agentes del FBI han trabajado desde que comenzó el cierre, pero no recibirán un cheque el viernes.
La asociación dijo que instó al gobierno para que financie al Departamento de Justicia y al FBi en medio del cierre “porque la seguridad financiera es una cuestión de seguridad nacional”.
Mientras el cierre entra en su día 20, los trabajadores federales llevaron a cabo un mitin afuera del Capitolio estadounidense el jueves, solicitando que el presidente y los legisladores reabran el gobierno. La protesta se dio mientras el presidente Trump salia de Washington D.C. para visitar la frontera entre México y Estados Unidos en Texas.
Trump les dijo a los reporteros, antes de salir de la Casa Blanca el jueves, que podría declarar una emergencia nacional con el fin de evitar al Congreso y obtener el financiamiento para su muro fronterizo, aunque preferiría trabajar junto con los legisladores para ponerle fin al cierre.
“Si esto no funciona, probablemente lo haré. Casi diría que definitivamente”, comentó Trump sobre la posibilidad de declarar una emergencia nacional.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek