El rechazo de México a condenar la “catastrófica situación humanitaria” que vive Venezuela con el argumento de la autodeterminación de los pueblos “representa un grave retroceso” en su política exterior, señaló en entrevista con Reforma el director para las Américas de la organización Humans Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
Para Vivanco, “lo de México representa un grave retroceso por los argumentos que se invocan para evitar pronunciarse sobre la catastrófica situación humanitaria y de derechos humanos que sufre Venezuela por culpa del gobierno de Nicolás Maduro”.
El director de HRW calificó los argumentos de “arcaicos y propios de principios del Siglo XX, cuando no existía consenso en el mundo sobre la universalidad de los derechos humanos”.
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Por su parte, este lunes Julio Borges, diputado de la oposición venezolana, pidió al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador que no sea indiferente ante la crisis que vive Venezuela, y que por el contrario, contribuya “a ensamblar una transición democrática” en el país.
En una carta, Borges señaló que el “Estado fallido” que hoy es Venezuela “obliga a toda América Latina a actuar con determinación y urgencia, tal como hizo el Grupo de Lima el pasado 4 de enero”.
El coordinador de Primero Justicia pidió el apoyo de “los presidentes de toda América” para que se articulen, “de manera inmediata, acciones para generar mayor presión: sanciones personales, investigaciones de corrupción, lavado, narcotráfico, contrabando, tráfico de armas… y especialmente ayudar a emplazar a la Fuerza Armada venezolana para que venza la represión y el chantaje y sea un factor decisivo para restaurar la Constitución y la democracia”.
“Reiteramos nuestro llamado al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y al jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, a que no sean indiferentes o ingenuos con Venezuela y, por el contrario, sean factores que contribuyan a ensamblar la transición democrática en nuestro país”, finalizó.
El pasado 4 de enero, los países integrantes del Grupo de Lima –excepto México- firmaron un acuerdo en el que piden al presidente Nicolás Maduro que no asuma un nuevo mandato el próximo 10 de enero.
Los países, entre los que están Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Honduras y Guatemala, dijeron que no reconocerán al gobierno de Venezuela por considerar que se trata de un mandato producto de elecciones ilegítimas.
El vicecanciller mexicano, Maximiliano Reyes, anunció que México no se sumaría a la declaración, invocando el principio de no intervención.
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“El gobierno de México, en fiel seguimiento a sus principios constitucionales de política exterior se abstendrá de emitir cualquier tipo de pronunciamiento respecto de la legitimidad del gobierno venezolano. La autodeterminación de los pueblos y la no intervención son principios constitucionales que México deberá seguir”, dijo.
Este 7 de enero, el gobierno de México informó que enviará a la toma de protesta de Nicolás Maduro a Juan Manuel Nungaray, encargado de negocios de la embajada mexicana en Venezuela.
Respecto de la declaración del Grupo de Lima contra un nuevo mandato de Maduro, López Obrador señaló que su administración no tomará medidas contra un gobierno extranjero, “porque es violar el principio de no intervención”.
Finalmente, insistió en que el gobierno no puede inmiscuirse “en la vida interna de otro país porque nosotros no queremos que nadie, ningún gobierno extranjero, intervenga en los asuntos que solo corresponden a los mexicanos”.
Con información del diario Reforma (suscripción necesaria).