El abandono de viviendas en Baja California ha ocasionado que más de 30 mil inmuebles en hayan sido invadidos, provocando deterioro urbano y pérdidas económicas, informó el Consejo de Desarrollo de Tijuana (CDT) y la Alianza para la Regeneración Urbana (ARU).
Las cifras las dio la directora de la ARU, una asociación civil que se dedica al mejoramiento de barrios, con sede en Ciudad de México, Louise David, en el anuncio del inicio de una estrategia de recuperación de espacios en fraccionamientos del sureste de Tijuana.
El proyecto se llevará a cabo a partir del sábado 13 de octubre en las colonias Cañadas del Florido y Laureles I, en una colaboración del CDT, ARU, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Fundación Tú+Yo, Fundación Esperanza y Fideicomiso El Florido y el Instituto Municipal de Planeación (Implan).
“Nosotros hoy en día vemos que el fenómeno de vivienda abandonada se está cambiando hacia un fenómeno de vivienda invadida. Por eso decimos que en Baja California en diferentes fraccionamiento, con el análisis de la cartera vencida y fuentes de asociaciones especializadas en el tema, estimamos que hoy en día hay 30 mil viviendas invadidas ilegalmente”, expuso David.
Explicó que desde 2015, se evaluó la calidad de vida en Cañadas de Florido y Laurel I, y de acuerdo con otro análisis realizado este año, la situación no ha mejorado sino que solamente ha tenido otro giro.
“En ciertos fraccionamientos, el problema es tal que el 95 por ciento de las viviendas que está abandonada ahora está invadida ilegalmente”, aseveró.
Explicó que el abandono, deterioro de los inmuebles y de los servicios públicos facilitan ese fenómeno como parte de un círculo vicioso de deterioro urbano.
De acuerdo con análisis realizados por la UABC, entre el 31 y 37 por ciento de las viviendas evaluadas en Cañadas del Florido tienen deterioro en fachada y alumbrado público.
Ante esta situación, a ARU plantea una estrategia que parte del trabajo realizado en los dos fraccionamiento.
La estrategia incluye la participación de los habitantes de la zona, con la realización de diagnósticos comunitarios, así como alianzas de varios sectores, como el académico, empresarial sociedad civil; y finalmente, plantea la necesidad de financiamiento del sector público, privado, y social, es decir, aportaciones de los habitantes.
la Alianza para la Regeneración Urbana (ARU).
Según la directora general de la Alianza de Regeneración Urbana, algunos de los resultados de las estrategias implementadas hasta ahora son diagnósticos integrales los dos fraccionamientos que suman 12 mil viviendas; participación de 38 mil 807 habitantes en actividades de desarrollo comunitario y la reducción de la tasa de abandono de 22 por ciento en 2010 a 0.4 por ciento en 2018 en Cañadas del Florido.
En el anuncio del arranque de la estrategia de recuperación de espacios en los dos conjuntos habitacionales, estuvo también el director del CDT, Arám Hodoyán Navarro y representantes de los organismos participantes.