Mira la imagen de abajo. ¿Qué es lo primero que ves?
La respuesta suele ser una mujer joven con un sombrero que se aleja o una mujer mayor con una nariz grande y un pronunciado mentón a los lados.
Curiosamente, la respuesta puede estar relacionada con su edad, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports.
Para explorar si nuestros propios sesgos de edad afectan la percepción subconsciente de la cara, los investigadores de la Universidad de Flinders en Australia mostraron la famosa imagen ambigua –conocida como “Mi esposa y mi suegra”– a 393 personas de Estados Unidos.
Los participantes –242 hombres y 141 mujeres– tenían entre 18 y 68 años, aunque la edad media era 32. Después de mostrarles la imagen por menos de un segundo, se les preguntó qué fue lo primero que pensaron de la edad y el sexo de la mujer que vieron.
Los resultados mostraron que los participantes tendían a ver a la mujer cuya edad era más cerca a la de ellos. Las personas más jóvenes generalmente dijeron que vieron a la mujer más joven primero, mientras que las personas mayores con mayor frecuencia vieron a la anciana.
La mayoría de los participantes vio primero a la mujer más joven, pero esto probablemente se debe al hecho de que hubo mayor proporción de participantes más jóvenes.
Las razones de esto están enraizadas en nuestra psicología, según los investigadores. Nuestra percepción de rostros se basa en una serie de procesos en el cerebro. Las caras de las personas del mismo grupo social, como las de una edad similar, reciben un procesamiento más profundo.
“Los jóvenes tienden a tener un grupo interno que se enfoca en otros jóvenes y las personas mayores tienden a tener un grupo centrado en las personas mayores. Creemos que este sesgo subconsciente es lo que verías en una de las imágenes”, dijo Mike Nicholls, autor del artículo de Flinders, al sitio australiano de noticias ABC News.
El “efecto de la propia edad” que se muestra en el estudio se relaciona con las prácticas sociales y culturales que son menos inclusivas hacia los ancianos, al menos en el mundo occidental.
“Los participantes no sabían que el estudio estaba relacionado con el envejecimiento y el estímulo se mostró brevemente”, escribieron los autores en el estudio. “Por lo tanto, los resultados demuestran que los procesos de grupos sociales de alto nivel tienen un efecto subconsciente en las primeras etapas del procesamiento facial”.
Este tipo de procesamiento subconsciente podría tener un efecto en las interacciones sociales entre personas de diferentes edades, ya que conducen a sesgos en la percepción.
“Creo que en las culturas [como Japón y la India] donde las personas mayores están mucho más integradas con la familia, entonces creo que no tendrían estos sesgos”, dijo.
La famosa imagen, dibujada por el caricaturista británico William Ely Hill, fue publicada en la revista de humor estadounidense Puck en noviembre de 1915, aunque la forma más antigua conocida se encuentra en una postal alemana de 1888. Con el tiempo, se hizo conocida por los psicólogos y apareció en libros de texto y estudios experimentales.
Los autores del estudio no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek