Ocho especies de aves, entre ellas el guacamayo de Spix, conocido por protagonizar la película infantil Río, quedaron extintas o se encuentran en peligro crítico.
Un artículo publicado por la organización BirdLife International, reveló que el guacamayo Spix Cyanopsitta es una de las tres especies de aves originarias de Brasil cuya extinción se confirmó, lo que, de acuerdo con el análisis “refleja los efectos devastadores del alto índice de deforestación en esta parte del mundo”.
De acuerdo con la publicación, la película Río, que se estrenó en 2011, llegó tarde a la historia de los guacamayos Cyanopsitta spixii, pues la última hembra de la especie fue vista 11 años antes de su estreno, en el 2000.
El Dr. Stuart Butchard, investigador de BirdLife International y autor del artículo científico, señaló que las tres especies que quedaron completamente extintas son el ticotico crípyico Cichlocolaptes mazarbanetti, el Ticotico de Alagoas, ambas aves endémicas de Brasil, y el po’o-ilu, un ave endémica de Hawaii, único representante de su género, cuyo último avistamiento fue en 2004, mismo año en el que el último individuo en cautiverio murió.
El especialista también sugirió que otras cuatro especies deberían ser reclasificadas como “en peligro crítico”, una categoría que indica que es altamente probable que se hayan extinguido, pero se requiere un mayor estudio de su hábitat antes de declararlas como definitivamente extintas.
Estas especies son el lori Charmosyna diadema, originario de Nueva Celedonia, avistado por última vez en 1987; la avefría Vanellus macropterus, endémica de Java, cuyo último avistamiento fue en 1994; el mochuelo Glaucidium mooreorum, especie de búho de Pernambuco, Brasil, observado en 2001, y otro guacamayo, el Anclorhynchus glaucus.
Sin embargo, explicó la organización, todavía hay esperanza para los guacamayos Spix: a pesar de que aparentemente la especie fue aniquilada en el medio silvestre como resultado de la deforestación, la creación de una presa y su captura para su venta, una población estimada de entre 60 y 80 persiste en cautiverio.