Las protestas en Nicaragua contra el presidente Daniel Ortega iniciadas el pasado 18 de abril cumplieron sus primeros cien días, este 26 de julio, sin que la situación en el país parezca normalizarse y con un discurso de negación de la masacre por parte del mandatario nicaragüense. La lucha que comenzó por unas protestas contra una reforma al Seguro Social han dejado casi 300 fallecidos, miles de heridos, cientos de desaparecidos y cientos de desplazados. Han sido semanas de intensa violencia en Nicaragua que han dejado imágenes de multitudinarias marchas, heridos, barricadas, tranques, ataques de policías y paramilitares; pero, sobre todo, a un pueblo indignado que sigue pidiendo un cambio inmediato.
Un manifestante herido en la cabeza por la Policía Nacional en los semáforos del colegio Rigoberto López Pérez. Al final del 19 de abril se reportaron los primeros tres fallecidos por la represión.
Una mujer abraza un retrato al llegar a Medicina Legal a reclamar el cuerpo de su hijo, Darwin Urbina, fallecido en el sector de la UPOLI. Fue el primer muerto confirmado. Sus familiares afirman que trabajaba en un supermercado y regresaba a su casa durante la represión policial.
Un joven levanta una bandera de Nicaragua sobre una barricada durante las protestas en Managua.
En todo el país, miles de personas han sepultado a familiares y amigos asesinados durante las protestas. La cifra de fallecidos era de 295 hasta el 24 de julio, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El gobierno del comandante Ortega lanzó un brutal ataque con fuerzas policiales y paramilitares para desalojar a decenas de jóvenes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, mientras estos negociaban la entrega del recinto a cambio de garantías.
Las imágenes de la violencia le han dado la vuelta al mundo. En Nicaragua han causado indignación y encendido la llama de las protestas ciudadanas en todo el país.
Un joven frente a la Catedral de Matagalpa con su tiradora, durante una noche intensa de protesta. Un joven frente a la Catedral de Matagalpa con su tiradora, durante una noche intensa de protesta.
Médicos voluntarios en puestos de emergencia y gestión de donaciones de medicamentos se organizaron en distintas partes del país para brindar atención a los heridos.
Entierro de Cristian Gutiérrez Ortega, de 63 años, asesinado de un disparo en el pecho realizado por un francotirador.
Cientos de personas han resultado heridas durante los ataques de fuerzas policiales y paramilitares en todo el país, como este joven de Matagalpa.
La población sigue protestando en las calles, a cien días del comienzo de las protestas, a pesar de la brutal represión.
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El fotorreportaje fue publicado originalmente por Confidencial. Consulta el original aquí.