Cuando parecía que la franquicia estandarte de Tom Cruise había llegado a su punto máximo de explosión y entretenimiento, Mission: Impossible – Fallout nos muestra que aún es posible subir la barra de lo que significa hacer una película de acción.
La década de los 90 saturó el cine con balas y explosiones. Hollywood buscaba sorprendernos poniendo a prueba las capacidades del ser humano para salir victorioso de una situación de vida o muerte con películas como Die Hard y Lethal Weapon.
Entre ese montón de películas se encontraba el revival de la icónica serie de televisión Mission: Impossible que tenía como protagonista a Tom Cruise, quien comenzaba su mejor etapa como actor en el mismo año de estreno de Jerry Maguire.
Como con otras películas de acción de la época, nadie pensó que la franquicia seguiría viva 20 años después.
Como secuela directa de la película anterior, Misión: Imposible – Repercusión (título en español) continúa con las aventuras de la Impossible Mission Force (IMF) conformado por Ethan Hunt (Toms Cruise), Luther (Ving Rhames) y Benji (Simon Pegg).
El equipo se encuentran tras unos traficantes de plutonio, pues un grupo de terroristas busca el mineral radiactivo y utilizarlo para estallar tres bombas atómicas. Y cómo debe de haber película, las cosas salen mal, los terroristas roban el plutonio y el IMF tendrá que ingeniárselas para corregir su error y evitar el caos nuclear.
La misión del equipo se complica cuando la directora de la CIA, Erika Sloane (Angela Bassett), pone de “niñera” del IMF a August Walker (Henry Cavill), un temible agente asesino que no dejará actuar con plena libertad a Ethan Hunt.
La película tiene como escenarios a las ciudades de Berlín, Londres, París y Cachemira, siendo la sede de Francia donde la mayor cantidad de secuencias de acción ocurren, destacando el salto HALO que se muestra en los avances de cine, la persecución en motocicleta y las constantes carreras contra el tiempo que ya son clásicas en la franquicia.
Mission: Impossible – Fallout es dirigida por Christopher McQuarrie, quien es responsable de hacernos creer que Tom Cruise a sus 56 años es capaz de correr, saltar, rodar, andar en moto, escalar y salir volando para levantarse una y otra vez para cumplir su misión.
Lo que no es raro, ya que McQuarrie ha escrito para Cruise en películas como Valkyrie, Jack Reacher, Edge of Tomorrow y la pasada entrega de Mission Impossible.
La sexta película de Misión Imposible muestra que todavía se puede explorar el género y encontrar nuevas formas de poner en peligro a un action man, sin necesidad de llamar a los superhéroes.
Misión: Imposible – Repercusión se estrena este 26 de julio en salas de cine mexicanas.