Un nuevo documental revela el estudio secreto de un psicólogo sobre trillizos y el devastador efecto que tuvo en sus sujetos.
Con frecuencia, los documentales se jactan de presentar historias “increíbles”, lo cual casi nunca hacen. La película Three Identical Strangers (Tres extraños idénticos), de Tim Wardle, a estrenarse en todo Estados Unidos el 13 de julio, realmente cumple lo que promete. Es “la mejor historia con la que me he topado”, afirma el director.
Si viviste en la ciudad de Nueva York en la década de 1980, la primera media hora de esta película te resultará familiar. Tres varones de 19 años se convierten en celebridades locales tras descubrir que eran trillizos separados al nacer: Bobby Shafran encontró a su viva imagen, llamado Eddy Galland, cuando a este lo confundieron con Bobby en el Colegio Comunitario del Condado de Sullivan en 1980 (Galland había dejado la escuela el semestre anterior). Cuando se conocieron, supusieron que eran gemelos, hasta que David Kellman vio su foto, en la que pudo ver su propio rostro multiplicado por dos, en un diario local en el que se informaba sobre la reunión de Shafran y Galland.
Los medios de comunicación y el público estaban extasiados con la historia. En la película de Wardle se muestra su aparición con Madonna en la película de 1985 Desperately Seeking Susan (Desesperadamente buscando a Susana), así como escenas de los hermanos en un talk show tras otro y vistiendo atuendos iguales. Shafran y Kellman participaron en muchas entrevistas, pero algo faltaba: ¿dónde estaba Galland?
La respuesta se muestra en la segunda mitad de la película: su hermano se suicidó en su casa de Nueva Jersey en junio de 1995.
Dos meses después de la muerte de Galland, Lawrence Wright, un reportero de The New Yorker, reveló un estudio secreto, realizado en las décadas de 1960 y 1970 por el psicólogo Peter Neubauer. Los trillizos habían formado parte de un grupo más amplio de nacimientos múltiples en Nueva York en los que se había separado a los hermanos sin informárselo a sus familias adoptivas, las cuales habían empleado a la misma agencia de adopción judía, Louise Wise Services. Cuando los indignados padres exigieron una explicación, funcionarios de la agencia le dijeron que las separaciones se mantuvieron ocultas debido a lo difícil que resultaría encontrar familias que quisieran adoptar a tres niños.
La verdadera razón era el estudio de Neubauer, y el objetivo, de acuerdo con antiguos investigadores del proyecto, era responder una antigua pregunta: ¿la forma de ser de los seres humanos está predestinada por la genética, o es el entorno el que le da forma?
Kellman y Shafran actualmente tienen 56 años. Cuando Wardle se acercó a ellos por primera vez para hablarles de la película, ellos dudaron. “Las luces se apagaron cuando Eddy murió”, afirma Shafran, abogado de Brooklyn. “Cuando nos reunimos por primera vez, aparecimos frecuentemente en la prensa y fuimos a muchas fiestas. Pero lo que comenzó siendo una historia feliz se había terminado. Estábamos cansados de la gente de los medios”.
“Esta película ahondará mucho más que cualquier cosa que hayamos hecho”, dice Kellman, que vive en New Jersey y trabaja como consultor de seguros. “No estábamos contando nuestra historia. Estábamos revelando nuestra vida”.
Wardle, que dirigió el documental de 2016 titulado One Killer Punch (Un golpe asesino), dedicó cerca de cuatro años a ganarse la confianza de los hermanos. “Su relación estaba más fracturada de lo que solía ser”, dice. “Incluso durante la filmación, nunca sabíamos si se retirarían de pronto”.
Fue muy desafiante formar lazos duraderos con dos virtuales desconocidos, dice Shafran. “Al principio, no tenemos nada más que alegría y amor. Luego, comenzaron las peleas. No crecimos como una familia; no sabíamos cómo discutir y llegar a una solución”.
Su fama inicial los llevó a emprender un negocio conjunto: un restaurante en el Lower East Side de Nueva York, llamado Triplets (Trillizos). Cuando Shafran renunció, Galland lo tomó muy mal. “A Eddy le obsesionaba ser parte de esta familia. Solía seguir a Kellman dondequiera que se mudaba”, dice Wardle, un detalle que dejó fuera del documental. Cuando se suicidó, vivía en la acera de enfrente de la casa de Kellman, cuya entonces esposa Janet, lo encontró.
La película se desarrolla como un film de misterio. Al parecer, uno de los elementos del estudio era de tipo económico: Shafran fue adoptado por una pareja de clase alta, Galland, por una familia de clase media y Kellman fue adoptado por padres obreros. Los tres recuerdan haber sido observados por investigadores mientras crecían (sus padres les decían que esto era parte de un estudio sobre niños adoptados), y cada uno de ellos pasó algún tiempo en un hospital psiquiátrico durante su adolescencia, lo que indica que compartían una predisposición a sufrir enfermedades mentales. (Kellman, que confiesa que solía golpear su cabeza contra su cuna cuando era bebé, lo atribuye a una ansiedad de separación inconsciente).
Y no eran los únicos. Wardle incluye a otros hermanos separados al nacer, también asignados por la agencia Louise Wise Services, actualmente cerrada, y que se han descubierto unos a otros. Muchos de ellos sufrían depresión y ansiedad, y al menos tres de ellos se suicidaron. Algunas personas tienen la teoría de que los niños fueron seleccionados de padres con antecedentes de enfermedad mental, sin embargo, de acuerdo con Kellman, la madre biológica de los trillizos no tenía ningún diagnóstico conocido.
Wardle encontró a dos personas que trabajaron con Neubauer y logró descubrir algunas pistas desconocidas hasta entonces (no hay spoilers), sin embargo, varias preguntas esenciales (¿quiénes más fueron sujetos involuntarios? ¿Cuáles fueron los resultados?), nunca han sido respondidas oficialmente. “Hay varias personas que aún practican la psiquiatría y que estuvieron más involucradas en el estudio”, dice Wardle, “pero no hablaron con nosotros”.
“Esto es como una mierda nazi”, dice Shafran en la película, pero Wardle piensa que eso es ir demasiado lejos. Los investigadores de bajo nivel a los que entrevistó “no son perversos”, dice. “Es fácil juzgar el pasado según los estándares de hoy en día”.
Cuando se publicó el artículo en The New Yorker, varios periodistas trataron de hacer que Neubauer hablara sobre el estudio; él se rehusó, afirmando que los resultados serían publicados. Sin embargo, esto nunca sucedió, y después de su muerte, ocurrida en 2008, el Consejo Judío de Servicios para la Familia y los Niños, donde Neubauer trabajó como director durante más de 30 años, puso la investigación en los archivos de la Universidad de Yale y los selló hasta el año 2066, y solo serán publicados con la autorización del Consejo.
Durante años, varias víctimas, entre ellas Kellman, solicitaron acceso y les fue negado. En una de las revelaciones más sorprendentes de la película, un asistente de investigación afirma que al menos cuatro personas, de una cifra calculada y no verificada de 15 sujetos, aún no saben que son gemelos o trillizos idénticos.
Three Identical Strangers ha provocado cierto movimiento. Más de 10,000 páginas fueron publicadas cuando terminó la filmación, pero todas ellas, de acuerdo con Kellman, habían sido densamente censuradas. Y cuando la película debutó en el Festival Cinematográfico de Sundance 2018, obteniendo un premio especial del jurado, Shafran y Kellman recibieron una disculpa por parte de Alice Tisch, la presidente del Consejo Judío.
Kellman busca mucho más que eso. “Queremos el estudio completo, en forma clara, y que se comparta con las personas involucradas”, dice. “Deben compensar a todas las personas a las que dañaron”.
Dado que Galland murió antes de la publicación del artículo en el New Yorker, nunca supo que formó parte de un estudio. Los hermanos que le sobreviven han tenido que vivir sabiéndolo durante más de 20 años. “Si la película te conmueve en alguna medida, simplemente eleva esa conmoción al cubo”, dice Shafran. “Esta es mi vida, la cual Tim captó con sensibilidad y perspicacia”. La película también logró algo más. “Definitivamente, nos unió más a Bobby y a mí”, dice Kellman.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek