La calidad del aire en Beijing alcanzó niveles peligrosos el miércoles cuando un smog extremo y una tormenta de arena flotaron sobre la ciudad capital de China. A los residentes se les pidió que mantuvieran a los niños bajo techo, aseguraran las puertas y cerraran las ventanas, y que usaran tapabocas y bufandas si se aventuraban a salir.
La cantidad de partículas finas, conocida como niveles PM2.5, rondaba entre 255 y 244 microgramos por metro cúbico la mañana del miércoles en Beijing. Esto es un nivel considerado peligroso por la Organización Mundial de la Salud. Para empeorar las cosas, la alerta de polvo se colocó en nivel “azul”, la más baja de las cuatro clasificaciones del código de color, reportó el South China Morning Post.
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China urges northern cities to shut factories as smog builds – report https://t.co/0Pz0weGDzF pic.twitter.com/ym8q5VlEes
— Reuters UK (@ReutersUK) 27 de marzo de 2018
Max Zhang, profesor adjunto en la Universidad de Cornell en Nueva York y especializado en los efectos de las partículas de materia aerotransportadas en la calidad del aire, dijo que las condiciones en Beijing eran el resultado de la “tormenta perfecta” de varios factores. Aun cuando la contaminación del aire es un problema constante en China, Zhang comentó que el final de la temporada de clima frío, cuando el gobierno provee calefacción a partir de carbón a ciertas áreas del país desde noviembre hasta cerca del 15 de marzo, había alimentado condiciones más peligrosas. Según Zhang, durante este período, el gobierno chino pone restricciones a la producción industrial para compensar las emisiones extra de carbón y minimizar la cantidad de la contaminación del aire. Pero en cuanto termina la temporada de calefacción, muchas industrias aumentan la producción y, a su vez, sus cantidades de emisiones, explicó Zhang.
“Si eres una compañía y tienes que restringir tu producción para reducir las emisiones durante la temporada de calefacción, ahora aceleras la producción para recuperar el tiempo perdido”, dijo Zhang a Newsweek.
Esto puede provocar un aumento inicial del smog. Mientras tanto, los niveles de polvo en China son el resultado de tormentas de arena de Mongolia que se extendieron al este hacia Beijing la mañana del miércoles.
“No es típico ver que estas dos cosas sucedan al mismo tiempo”, mencionó Zhang.
La mala calidad del aire presenta un riesgo significativo a la salud. Los niveles PM2.5 se refieren a la cantidad de partículas en el aire que, por lo general, miden 2.5 micrómetros o menos. El tamaño diminuto de las partículas les permite ser inhaladas por la gente. La Organización Mundial de la Salud declara que cualquier cosa más alta de 25 microgramos por metro cúbico durante un período de 24 horas es peligrosa.
Sin embargo, las partículas diminutas tienen implicaciones para la salud en cualquier nivel, y no hay un umbral identificable que se considere seguro. Zhang dijo a Newsweek que la combinación del smog y la tormenta de arena hizo más prominentes las preocupaciones por la salud.
Se esperaba que el smog desapareciera la noche del miércoles. Se espera que el polvo permanezca en Beijing hasta el jueves, y el impacto se debilitara al paso del tiempo, reportó Channel News Asia.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek