Una opción cada vez más popular para mejorar la calidad del aire y el agua desde el hogar es la implementación de azoteas verdes, las cuales brindan muchos servicios ecosistémicos. Esta es una solución casera que ayuda a combatir la contaminación atmosférica, la cual es un problema de salud que causa un aproximado de 7 millones de muertes cada año.
Según especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, las azoteas verdes ayudan a combatir la contaminación mediante la captura de dióxido de carbono (CO2) y la producción de oxígeno. También captan hidrocarburos y metales pesados y aminoran las islas de calor, retienen agua de lluvia y mitigan el escurrimiento.
Con tantos beneficios, es fundamental señalar que una azotea verde es un espacio en el techo de un edificio o casa que se cubre parcial o totalmente con vegetación. Según la extensión, existen dos tipos de azoteas: intensivas o extensivas. Las primeras son las más comunes debido a su tamaño más pequeño.
Según información de la Fundación UNAM, las azoteas intensivas se recomiendan para casas que soportan de 90 a 140 kilos por metro cuadrado, debido a la vegetación que puede emplearse, como pasto, plantas y arbustos pequeños.
Por otro lado, las azoteas extensivas, al ser más amplias, pueden tener cualquier tipo de planta e incluso árboles, pues la construcción puede soportar más peso (de 300 a 400 kilos por metro cuadrado).
¿QUÉ SE REQUIERE PARA INSTALAR LAS AZOTEAS VERDES?
Aunque el beneficio ecológico es grande y pese a la necesidad imperante de las grandes urbes de contar con hectáreas verdes, la instauración de estas azoteas requiere, en la mayoría de los casos, una intervención arquitectónica para determinar su construcción y analizar si hay obstáculos como tinacos, domos, calentadores solares, etcétera. Además, se requiere usar un impermeabilizante especial y poner un sistema de drenaje.
Estudios de la UNAM estiman que el tiempo y costo dependen de la cantidad de metros a transformar. Unos 100 metros pueden instalarse en tres días por profesionales y el precio por metro cuadrado varía dependiendo de la vegetación, pero en promedio oscila entre los 1,200 y 4,000 pesos.
Sin embargo, este costo inicial es una inversión a largo plazo y no solo ecológica. En la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente otorga Constancias de Preservación Ambiental a aquellas azoteas que cumplan con determinadas características en la extensión (tercera parte de la propiedad) y que las plantas o árboles tengan un buen mantenimiento. Esta constancia los hace acreedores a una reducción del Impuesto Predial, que puede ser de 10 por ciento y hasta de 25 por ciento, según cada caso específico.
Incluso si no se cuenta con la posibilidad o el espacio para hacer cambios arquitectónicos profesionales, se puede construir una azotea casera, también conocida como naturación del techo de vivienda, que también brinda descuentos en el predial y aporta al medioambiente.
PUEDE COMENZARSE CON MACETAS CON FLORES O ARBUSTOS
Para una naturación casera se recomienda cultivar las plantas en maceta y, de ser posible, reciclar llantas viejas, PET, botellas o contenedores viejos. La impermeabilización de la azotea es fundamental también en este caso, pues evita filtraciones.
Se puede comenzar con pequeñas macetas con flores o arbustos y se recomienda tomar en cuenta el tipo de vegetación de la localidad, así como mantener los cuidados básicos de un jardín: regar las plantas, proveer abono y verificar que exista suficiente luz solar. La instauración de macetas permite la versatilidad en el espacio y abre la posibilidad de remodelar múltiples ocasiones.
Acerca de la urgente necesidad de incorporar la naturaleza en la ciudad, Margarita Collazo Ortega, del Departamento de Biología Comparada de la Facultad de Ciencias de la UNAM, señala: “Es vital que se transformen los panoramas habitacionales que carecen de vegetación porque tenemos una ciudad gris en gran porcentaje, esto debido principalmente a la pérdida de áreas verdes, así como al aumento de la población, las construcciones y la pavimentación”.
Debido a ello es importante señalar que cualquier sitio verde, ya sea una instauración profesional o un diseño casero y manual, mejora la biodiversidad, pues la vegetación llama a las abejas, mariposas y aves, además de bacterias y hongos que se desarrollan en las raíces y que degradan las toxinas. N