Científicos mexicanos ven como herencia principal de Hawking sus aportaciones teóricas, pero sobre todo su capacidad de acercar a las personas a la ciencia.
LOS AGUJEROS NEGROS no tienen pelo, decía Stephen Hawking para explicar que cualquier materia que cae dentro de un agujero negro, desaparece y se vuelve inaccesible a la observación. Así, con frases sencillas, explicaba conceptos abstractos y sofisticados, era un gran divulgador de ciencia, coinciden físicos y astrónomos mexicanos.
Su legado, además del aporte científico, estaba en su capacidad para hacer accesible la ciencia y demostrar —a través de su ejemplo— que el cuerpo no es un límite para la mente ni para el desarrollo.
“Siempre se adelantó a su tiempo”, afirma el doctor en astronomía Omar López, y aún falta mucho por investigar de su legado. Hawking dio una idea más clara de los agujeros negros, pero muchas propiedades que él describía aún quedan por comprobar, entre ellas, la radiación de Hawking (radiación que se emite en el horizonte de eventos de un agujero negro) que no se ha visto ni el carácter del desorden de los agujeros negros. Hawking también aseguraba que los agujeros negros más chicos se van a evaporar, “esto está muy adelantado desde el punto de vista observacional —precisa López—, apenas vamos detrás de él y lo dijo en los años 70. Todo el mundo reconoce estas contribuciones”.
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De acuerdo con el doctor Vladimir Ávila, Hawking usó la relatividad de Einstein y la termodinámica para el entendimiento de la naturaleza de los agujeros negros. Además aportó información sobre su singularidad, la ruptura del espacio tiempo, la pérdida de información (en general) de los hoyos negros y, con la radiación de Hawking que quería aplicar buscaba explicar que los hoyos negros en el Big Bang pudieron haberse evaporado; esto era física cuántica con relatividad.
Según el también investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, Hawking asimismo quería explicar si hubo o no un principio, si se puede hablar de espacio tiempo. Él decía, agrega Ávila, que “el concepto de espacio tiempo se cuantiza y no se puede hablar sobre lo que hubo antes porque no hubo espacio tiempo”.
Hawking, agrega, hizo contribuciones al desarrollo de la unificación de la relatividad general con la física cuántica. Sin embargo, no hay todavía una teoría consistente, pero ha abierto líneas de investigación que siguen siendo estudiadas.
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Sus trabajos más importantes fueron en los años 70, posteriormente, de manera más irregular, siguió publicando trabajos físico matemáticos. Él, al igual que Einstein, explica Ávila, buscaba —ya con la libertad que tiene alguien de su nivel— atacar problemas fundamentales como la unificación de la gravedad con la física cuántica, hizo avances, pero no llegó a una teoría completa, es un problema abierto. Con los años, se fue dedicando más a la divulgación de la ciencia.
En su trabajo actual, desde el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, Omar López está buscando agujeros negros más grandes que nuestra galaxia, pero cuando comenzó su carrera no se atrevía ni a mencionar el tema de los agujeros negros, decir que existían estaba mal visto.
“Le puedo confesar, tengo 53 años, incluso mencionar los agujeros negros era impensable, no nos creían, los americanos, los rusos estuvieron empujando; mucho trabajo era teórico, pero observarlos, impensable. A finales de los años 70, el doctor Luis Felipe Rodríguez midió la masa del agujero negro, pero no se atrevió a nombrarlo así, le llamó objeto compacto, se adelantó a muchos, no le creyeron, los estadounidenses tuvieron que hacer primero su descubrimiento, pero para los mexicanos no era nuevo hablar de agujeros negros, pero no nos tomaron en serio”.
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HERENCIA DE INFANCIA
Cuando Eric Vázquez iba en la preparatoria encontró en una biblioteca de su natal Huatusco, Veracruz, el libro Historia del tiempo de Stephen Hawking, cuya lectura lo marcó. Diecinueve años más tarde conoció al autor en Canadá, mientras trabajaba a dos kilómetros de la superficie de la tierra. El mexicano estaba en esas profundidades porque trabajaba en Snolab, uno de los principales laboratorios para la exploración de materia oscura y neutrinos.
“Él (Hawking) llegó a las 9:00, diseñamos un vagón especial en el elevador para que pudiera descender, bajamos a las 9:10. Pasamos el día juntos, le expliqué lo que hacíamos, cenamos y después se fue”, recuerda Eric. “Mientras descendía en el elevador, le preguntamos si iba bien y decía que sí, pero que íbamos muy lento. Era un hombre muy alegre”.
Eric Vázquez es doctor en física experimental. Durante seis años estuvo en el Snolab haciendo su investigación posdoctoral dedicada a la detección de neutrinos y de materia oscura, un tipo de materia que aún se desconoce y que constituye el 27 por ciento de nuestro universo. En 2003, el grupo de investigación en el que colabora logró detectar la oscilación en los neutrinos provenientes del sol, lo que los llevó a ganar el Premio Nobel de Física en 2015. “Nosotros pusimos los detectores bajo tierra para buscar estas partículas. Por seis años construí los detectores, los diseñé e hice análisis de datos”.
Ahora es investigador del Instituto de Física de la UNAM donde trata de construir un pequeño laboratorio de prototipos para continuar con la detección de neutrinos y materia oscura, además aún colabora en los experimentos del laboratorio en Canadá.
Al igual que Vázquez, Vladimir Ávila considera que Stephen Hawking era una personalidad con la que se forman y crecen los científicos a lo largo de su trayectoria. A través de sus artículos lo conoció bastante. Leyó también Historia del tiempo y Agujeros negros y pequeños universos. En los libros halló el “amor por el conocimiento y la naturaleza; y luego, estudiando astrofísica, me encontraba sus trabajos sobre los hoyos negros”.
En su opinión, Hawking supo resumir de una manera muy sintética y con mucho contenido lo que los científicos piensan. “Con el tiempo, cualquier cosa que decía, se lo atribuían a él, y a veces estaba hablando del estado del arte; él interpretaba los conocimientos y los acercaba a la sociedad de una manera clara, con sabiduría difundía el trabajo científico, pero los medios buscan iconos y todo lo atribuían a él”.
Finalmente, añade, hizo una gran contribución desde el aspecto más humano. “Hawking es ejemplo de determinación, tenacidad para salir adelante aún y con un tremendo problema de salud. Su mente, su conciencia, se impuso sobre la materia”. Demostró, concluye, que no hay límites para la mente. Hawking es una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo, sus mensajes resumen y destilan lo que los científicos pensamos y sentimos, ha sabido transmitir nuestros problemas y los problemas de la humanidad, es ejemplo de vida que inspira.