Un nuevo estudio reveló que la contaminación acústica puede ser tan perjudicial para la salud como la del aire, ya que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.
Los ruidos ambientales no solo interrumpen el sueño y momentos de relajación, los ruidos constantes parecer tener un efecto significativo en el cuerpo de acuerdo con un nuevo análisis del Journal of the American College of Cardiology.
Los investigadores del estudio observaron una conexión entre la contaminación acústica y las enfermedades cardiovasculares en numerosos análisis a lo largo de los años. Los niveles altos de del tráfico y los aviones, por ejemplo, se han relacionado con la presión arterial alta, enfermedades relacionadas con las arterias coronarias, los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia cardíaca, incluso después de controlar otros factores como la contaminación del aire y el nivel socioeconómico.
Sin embargo, la creciente evidencia no ha arrojado mucha luz sobre cómo, exactamente, la contaminación acústica podría contribuir a los problemas cardíacos. Los investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg en Alemania compilaron y analizaron los hallazgos de decenas de estudios previos sobre el ruido y diversos resultados de salud.
Con base en la evidencia existente, la nueva revisión ––retomada por la revista Time–– sugiere que el ruido interrumpe el cuerpo a nivel celular. Específicamente, dicen los investigadores, induce respuestas de estrés y activa el sistema nervioso “luchar o huir”. Esto provoca un aumento en las hormonas del estrés, lo que eventualmente puede causar daño vascular.
El ruido también parece ser un factor determinante del estrés oxidativo y las anomalías metabólicas, según los autores, que podría contribuir a otras enfermedades crónicas como la diabetes. Y para las personas que ya tienen factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, vivir en un ambiente ruidoso podría acelerar problemas como la aterosclerosis.
El doctor Thomas Munzel, autor principal del estudio, cree que ahora hay muchas pruebas de que el ruido lo enferma. En entrevista con el Time dijo que el ruido crónico también puede causar enfermedades de salud mental (incluyendo depresión y ansiedad) y puede perjudicar el desarrollo cognitivo de los niños.
Una forma en que la contaminación acústica probablemente afecte la salud del corazón es interrumpir el sueño. En los estudios, el ruido nocturno se ha relacionado con un aumento de la presión arterial, incluso si las personas no se despiertan o no se dan cuenta de que su sueño ha sido interrumpido.
“Uno puede cerrar los ojos pero no los oídos”, dijo Munzel al Time. “Nuestro cuerpo siempre reaccionará con una reacción de estrés”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a la contaminación acústica “una amenaza subestimada” que puede causar “trastornos del sueño, efectos cardiovasculares, peor trabajo y rendimiento escolar, discapacidad auditiva”.