El cielo está absolutamente plagado de organismos arrastrados desde la superficie del planeta. Por primera vez, los investigadores han medido la cantidad de virus que pululan alrededor de la atmósfera y cuántos caen de nuevo a la Tierra.
El equipo encontró miles de millones de virus que viajan a través del cielo y cree que el hallazgo podría explicar la propagación de virus notablemente similares en zonas muy diferentes del mundo.
Al sondear la atmósfera de sitios específicos en las montañas de Sierra Nevada en el sur de España, el equipo descubrió una enorme cantidad de estos sistemas biológicos que fueron llevados a una zona por encima de los 2,500 metros.
“Cada día se depositan más de 800 millones de virus por metro cuadrado sobre la capa límite planetaria”, explicó el virólogo de la Universidad de Columbia Británica Curtis Suttle, autor principal de la investigación publicada en International Society for Microbial Ecology Journal.
La capa límite planetaria, que se encuentra en la parte más baja de la troposfera, está estrechamente relacionada con las condiciones de la superficie de la Tierra. Pero por primera vez, los científicos midieron la cantidad de virus en la troposfera superior, que se encuentra por encima de los sistemas climáticos del planeta pero debajo de la estratosfera. Los virus viajan hacia arriba por la espuma del mar y el polvo del suelo. Luego pueden elevarse miles de kilómetros a través de la troposfera superior antes de establecerse de nuevo en la Tierra.
Los resultados arrojan luz sobre la forma en que se propagan por el planeta. Suttle explica: “Hace aproximadamente 20 años comenzamos a encontrar virus genéticamente similares en entornos muy diferentes en todo el mundo … Es bastante concebible que un virus se arrastre a la atmósfera desde un continente y se deposite en otro”.
El equipo encontró muchas menos bacterias por encima de la capa límite planetaria, con solo decenas de millones por metro cuadrado. El equipo cree que esto se debe a que los virus tienen mucho más poder de adherencia atmosférica que las bacterias, mientras que las bacterias se dejan llevar por la lluvia.
“Las bacterias y los virus generalmente caen de regreso a la Tierra a través de eventos de lluvia e intrusiones de polvo sahariano. Sin embargo, la lluvia fue menos eficiente para eliminar virus de la atmósfera”, dijo la ecóloga microbiana y autora Isabel Reche de la Universidad de Granada.
Todo esto puede sonar aterrador, pero los autores realmente creen que un mecanismo de transporte de microbios puede ayudar a los ecosistemas a prosperar. Ellos escribieron: “En lugar de ser una consecuencia negativa, esta deposición proporciona un banco de semillas que debería permitir a los ecosistemas adaptarse rápidamente a los cambios ambientales”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek