La Real Academia Española (RAE) entró en una nueva controversia por la definición de la palabra “fácil” en su diccionario, la cual se explica en su quinta acepción como: “una mujer que se presta sin problemas a relaciones sexuales”, causando una oleada de críticas en los últimos días.
La polémica inició cuando una usuaria de Twitter se quejó por esta acepción, secundada por varias personas que calificaron de “vergonzoso” y “sorprendente” esta definición.
Frente a las críticas, la Academia respondió en por la misma red social que es obligación del diccionario registrar las voces o expresiones que usan o han usado los hablantes.
“Los diccionarios son también claves de lectura, necesarios para poder interpretar adecuadamente los textos”, se lee en su cuenta de Twitter.
Hola, @RAEinforma me podéis explicar qué narices es esto? pic.twitter.com/jCvGU422X1
— Rockefeller State (@BalmaSales13) 25 de enero de 2018
Sin embargo, la RAE no retirará esta definición del adjetivo, según declaraciones de un portavoz de la institución a la prensa. El diccionario “siempre es revisable” y, por lo tanto, no quedaría descartado que pudiera revisarse más adelante e incluir una marca con una explicación más amplia, dijo.
#RAEconsultas Es obligación del diccionario registrar las voces o expresiones que usan o han usado los hablantes y pueden aparecer en textos escritos en español. Los diccionarios son también claves de lectura, necesarios para poder interpretar adecuadamente los textos.
— RAE (@RAEinforma) 25 de enero de 2018
En su actualización más reciente, el diccionario incluyó un agregado en la primera acepción de la definición de “sexo débil” en donde indica que la expresión se usa como intención despectiva o discriminatoria, después de diversos reclamos que escalaron a nivel internacional para redefinir el significado.
Durante gran parte del 2017 en la plataforma Change.Org se lanzó la campaña #YoNoSoyElSexoDébil, con más de 178,000l firmantes, en la que pidieron eliminar esta definición considerada machista.
La Academia explicó que la decisión de modificar la definición se tomó desde 2015, pero por norma, no puede hacer públicas sus modificaciones hasta que haya un número suficiente como para anunciar una revisión del corpus.
Fuentes de la RAE explicaron a El País en noviembre pasado que la Academia “no censura el uso de la palabras”, por lo que, como en este caso, no se elimina del diccionario.