Todos sabemos que comer comida rápida puede causar estragos en nuestros cuerpos. A veces trae cambios físicos claros, como el aumento de peso, pero algunas alteraciones son tan obvias, como el daño a largo plazo al sistema inmune.
En un nuevo estudio, los investigadores descubrieron que nuestros cuerpos se defienden contra las dietas altas en grasas y calorías de una manera similar a cuando intentan evitar las infecciones bacterianas cuando estamos enfermos. Usando modelos de ratones, científicos de la Universidad de Bonn, descubrieron que los animales que comían una dieta occidental desarrollaban fuertes inflamaciones.
“La dieta poco saludable llevó a un aumento inesperado en el número de ciertas células inmunes en la sangre de los ratones”, dijo la autora del estudio Annette Christ, becaria postdoctoral en la Universidad de Bonn, en un comunicado.
Sin embargo, el consumo excesivo de esos alimentos es, por supuesto, un problema mayor que elegir comer elementos que son parte de una dieta occidental de vez en cuando.
“Ocasionalmente, la comida rápida no tendrá efectos negativos duraderos para la mayoría de la gente”, dijo a Newsweek Ginger Hultin, nutricionista, dietista registrada y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, a través de un correo electrónico. “Pero hay evidencia de que la inflamación crónica puede suprimir el sistema inmune y el consumo crónico de alimentos procesados puede conducir a la inflamación”.
Después de que los ratones tuvieran una dieta occidental, Christ y sus colegas les dieron su comida habitual de cereales durante un total de cuatro semanas. Durante este tiempo, su inflamación aguda disminuyó; sin embargo, las células inmunes que fueron programadas por la comida no saludable permanecieron igual.
“Recientemente se descubrió que el sistema inmune innato tiene una forma de memoria”, explicó en un comunicado el autor del estudio, el Dr. Eicke Latz, director del Instituto para la Inmunidad Innata de la Universidad de Bonn. “Después de una infección, las defensas del cuerpo permanecen en una especie de estado de alarma, para que puedan responder más rápidamente a un nuevo ataque”.
Aunque la investigación, que se publicó el pasado jueves en la revista Cell, puede ayudarnos a comprender mejor los efectos perjudiciales de una dieta occidental, no deberían ser una sorpresa.
“Esta investigación confirma lo que veo en mi práctica todos los días (que nuestras dietas tienen un gran impacto en nuestra salud), que comer comida basura lleva a tener una salud basura”, dijo el Dr. Frank Lipman, autor de Be Well y fundador del Eleven Wellness Center en la ciudad de Nueva York, dijo a Newsweek por correo electrónico.
Como con la mayoría de las cosas, disfruta la comida con moderación.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek