

PARECE QUE LOS GLÚTEOS —en particular las modificaciones en la forma del músculo glúteo mayor— revelan riesgos ocultos para la salud. Estos cambios presentan diferencias entre hombres y mujeres y algunos patrones podrían asociarse con enfermedades como la diabetes tipo 2, según una investigación que se presentará en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), del 30 de noviembre al 4 de diciembre en Chicago, Estados Unidos.
La morfología del glúteo mayor, el músculo más voluminoso del cuerpo humano, varía por el estilo de vida, el envejecimiento y afecciones como la osteoporosis y la diabetes tipo 2. El equipo científico examinó a fondo este fenómeno.
“Nuestros resultados indican que las modificaciones en la forma del glúteo mayor funcionan como un marcador estructural temprano del deterioro metabólico. Rasgos como áreas más delgadas o abultamientos hacia afuera, que suelen relacionarse con la acumulación de grasa, reflejan alteraciones estructurales iniciales en el músculo”, señaló a Newsweek la autora principal del estudio, Marjola Thanaj, investigadora de la Universidad de Westminste, Londres.
Y agregó que, aunque se requieren estudios adicionales para confirmar su valor predictivo, estos hallazgos sugieren que la forma muscular en 3D puede identificar a personas en etapas tempranas de disfunción metabólica. El equipo utilizó una técnica de mapeo que procesa múltiples imágenes de resonancia magnética para crear un modelo anatómico tridimensional más preciso.
La investigación detectó patrones específicos en hombres y mujeres asociados con la diabetes tipo 2. Esto indica que la forma del músculo —más que su tamaño— refleja diferencias metabólicas profundas. Thanaj argumentó que esto abre la posibilidad de monitorear la remodelación muscular a lo largo del tiempo y evaluar si un tratamiento mejora la estructura del músculo, más allá de su volumen o porcentaje de grasa.
Las personas con diabetes suelen experimentar problemas musculoesqueléticos que reducen su capacidad para ejercitarse y agravan otros riesgos. “Nuestros resultados permiten identificar cambios musculares específicos en la diabetes que no se habían demostrado y nos ofrecen una comprensión más profunda de estas alteraciones y su impacto”, afirmó la investigadora.
La profesora E. Louise Thomas, especialista en imágenes metabólicas en la Universidad de Westminster y coautora del estudio, destacó la importancia del glúteo mayor en la salud metabólica. El equipo analizó 61,290 resonancias magnéticas del Biobanco del Reino Unido, una base de datos con información clínica, biológica y de estilo de vida. Además, revisó 86 variables y relacionó cada una con cambios en la forma muscular a lo largo del tiempo.
En presencia de diabetes tipo 2, los hombres mostraron una reducción general del músculo. En las mujeres apareció un aumento de volumen, probablemente a causa de la infiltración de grasa. Los hombres catalogados como “frágiles” presentaron una contracción más amplia, mientras que en las mujeres ese efecto se concentró en regiones específicas.
Thanaj explicó que los patrones observados difieren de forma notable entre hombres y mujeres. En ellos se detectó una deformación hacia adentro, señal de atrofia. En ellas se observó una expansión hacia afuera en zonas puntuales, asociada con mayor infiltración grasa. Esto demuestra que la misma enfermedad afecta los músculos de forma distinta según el sexo biológico, algo que no documentan las mediciones tradicionales.
Los investigadores señalaron que estos cambios en la forma muscular podrían señalar deterioro funcional temprano y alteraciones metabólicas en personas con diabetes tipo 2. Además de mejorar la detección temprana, los hallazgos abren la puerta a intervenciones más personalizadas, seguimiento de la respuesta terapéutica y estrategias específicas para cada sexo.
En conjunto, este enfoque estadístico de modelado muscular aporta una visión más profunda sobre la salud del músculo. En el futuro podría complementar las evaluaciones metabólicas actuales y guiar tratamientos más precisos para conservar la movilidad, la fuerza y la función metabólica a lo largo del tiempo. N
(Con información de Hannah Millington / Newsweek Internacional)