La fuerte competencia entre las grandes empresas dedicadas a un sector, provoca que las más pequeñas busquen diferenciadores para que los clientes opten por sus servicios en un mercado altamente competitivo y ese es el caso de EDEl Ascensores.
Bajo esta premisa, EDEL Ascensores, compañía de origen español con más de 30 años de trayectoria en Barcelona, ha logrado posicionarse en México con un crecimiento exponencial desde su llegada en plena pandemia en el 2020, debido a la calidad que ha puesto en el servicio al cliente.
Este crecimiento se debe a la expansión de la industria de la construcción, la rápida urbanización y la creciente demanda de soluciones de transporte vertical, especialmente en edificios, en nuestro país ha cobrado auge gracias los desarrollos inmobiliarios en zonas claves para la inversión como la Península de Yucatán.
“Durante el primer año duplicamos nuestro tamaño gracias a las recomendaciones de nuestros propios clientes con otros. Para nosotros, cada cliente es lo más importante y les ofrecemos un servicio de acompañamiento para resolver sus necesidades”, señaló Karina Azpeitia, directora general de EDEL Ascensores.
En este sentido la empresa ha apostado por un modelo cercano, empático y resolutivo, que compite con firmas consolidadas como Otis, MP, Kone o Schindler.
“Damos acompañamiento constante a cada uno de los clientes, nos involucramos en sus necesidades y eso marca la diferencia”, añadió Azpeitia.
Con el respaldo de 30 años en Barcelona, EDEL encontró en México un mercado atractivo en el que ha ido posicionándose en los últimos cinco años con fuerza, creciendo año con año a un ritmo constante, a pesar de incursionar en el país en 2020, justo en plena pandemia.
El corazón de su operación está en la reparación y modernización de elevadores. Su planta en Barcelona fabrica elevadores y escaleras eléctricas bajo su propia marca y maquilando para otras, lo que les permite tener acceso a refacciones exclusivas y ofrecer tiempos de respuesta ágiles a los clientes, una ventaja que la posiciona como una alta competidora.
Además, cuentan con tiendas en línea en Barcelona y Madrid con más de 10,000 piezas, tanto propias como compatibles con otras marcas, lo que les permite atender una gama amplia de necesidades en el mercado.
“Somos fabricantes para nuestra marca y para otras, además de la disponibilidad en refacciones. Por ejemplo, si nos llaman para reparar un elevador Otis, les aseguramos que sí tenemos la refacción disponible”, explicó la directiva.
Con presencia en 42 países, oficinas de producción en México y Colombia, así como distribuidores oficiales en Portugal, Panamá, Inglaterra y Francia, EDEL Ascensores ha colaborado en proyectos emblemáticos como: el Metro de Dublín en Irlanda; el Museo Nacional de Arqueología del Perú (MUNA); la Central Hidroeléctrica La Sopladora en Ecuador, el Hotel Hilton Lima en Perú; el Senado en Santiago de Chile; el Metro de Toulouse en Francia; las Torres Mirador San Just y Altamar en Barcelona, entre otros.
Otro de los elementos que han logrado su posicionamiento es que es la modernización de elevadores antiguos con el fin de ofrecerles a sus clientes una solución rentable y sostenible.
“Muchos edificios u hoteles que tienen elevadores con más de 10 años están hechos con materiales de excelente calidad. Modernizarlos, ya sea cambiando tarjetas, el diseño de la cabina y la tecnología, servicios que nosotros realizamos, puede reducir el presupuesto hasta en un 40% en comparación con una nueva adquisición. Además, ofrecemos hasta 10 años de garantía”, afirmó Azpeitia.
Con esto ha logrado colarse a un mercado que en el 2023 estaba valuado en $88.59 mil millones de dólares y se proyecta que alcance los $167.62 mil millones de dólares para 2032, según Fortune Business Insights.
