
Huaquechula, Pue. En Huaquechula, la muerte no significa ausencia, sino presencia y memoria viva. Del 28 de octubre al 2 de noviembre, las calles del municipio se transformarán en un corredor espiritual con 29 altares monumentales instalados en hogares que abren sus puertas para compartir la fe, el arte y el amor por quienes ya partieron.
Este 2025, la comunidad celebra con orgullo el 28 aniversario de su declaratoria como Patrimonio Cultural del Estado de Puebla, un reconocimiento que ha consolidado a Huaquechula como símbolo nacional del Día de Muertos.
El presidente municipal, Raúl Marín Espinoza, informó que se espera la visita de más de 60 mil personas provenientes de diversos estados del país e incluso del extranjero, atraídas por la autenticidad y la belleza de esta tradición ancestral.
Cada altar, dedicado a un ser querido, refleja el trabajo artesanal de las familias, quienes reciben apoyo económico del ayuntamiento para preservar la costumbre. Este año, dos de las ofrendas estarán dedicadas a niños que fallecieron el año pasado, un gesto que conmueve a los visitantes y refuerza el sentido humano de la festividad.
La tradición dicta que a partir del 28 de octubre, a las 14:00 horas, las familias abrirán sus casas al público, ofreciendo platillos típicos como mole poblano, pipián, pan de muerto y chocolate caliente, en un acto de comunión y gratitud.
El ambiente se impregna de copal, incienso y flores de cempasúchil, mientras los pobladores realizan el ritual de recibimiento de las almas, guiándolas con pétalos y velas hasta sus altares.
En paralelo, Tochimilco se suma a la conmemoración con 36 altares monumentales, seis de ellos dedicados a personas que perdieron la vida en accidentes o tragedias. Las actividades incluyen recorridos, danzas, exposiciones y expresiones artísticas, fortaleciendo el vínculo entre fe y comunidad.
Cada fecha tiene un significado profundo:
28 de octubre: almas de quienes murieron trágicamente.
31 de octubre: niños y pequeños difuntos.
1 de noviembre: quienes partieron por causas naturales.
2 de noviembre: despedida en el camposanto.
Las manos artesanas de Huaquechula han cruzado fronteras, llevando el arte de sus ofrendas a Holanda, Alemania, España e Inglaterra, donde se reconocen como un legado del alma mexicana.
Con esta edición 2025, Huaquechula y Tochimilco no solo honran a sus muertos: honran su historia, su identidad y la fuerza de un pueblo que celebra la vida a través de la muerte.