LIVE

Gilbert White: el clérigo y naturalista que inspiró a Darwin y es poco reconocido

Publicado el 25 de agosto, 2025
Gilbert White: el clérigo y naturalista que inspiró a Darwin y es poco reconocido
De lado izquierdo el naturalista Gilbert White y a la derecha el científico Charles Darwin. (Especial / Museo de Gilbert White / Edición NW Noticias)

AL BUSCAR EN GOOGLE EL NOMBRE DE CHARLES DARWIN aparecen cientos de resultados, lo cual no sorprende. El autor de la teoría de la evolución de las especies por selección natural goza de reconocimiento mundial; existen páginas dedicadas a su vida, además de videos y exposiciones. En México, una muestra homónima realizada hace una década en el Antiguo Colegio de San Ildefonso atrajo a casi 200,000 visitantes. Sin embargo, la figura de Gilbert White, clérigo y naturalista que inspiró a Darwin, permanece en gran medida desconocida.

White fue el primer científico en identificar ratones de campo (Micromys minutus). Considerado el “padre de la ecología”, este cura y naturalista inglés del siglo XVIII ha sido rescatado por la historiadora británica Jenny Uglow Faber, quien publicó este año Un año con Gilbert White: el primer gran escritor de naturaleza, disponible en Amazon. ¿Pero quién fue realmente este hombre?

Faber lo describe como un autodidacta apasionado de la gastronomía y de la observación directa de la vida silvestre. Gracias a él, la historia natural dejó las salas de disección para adentrarse en el entorno vivo.

De acuerdo con la revista Nature, que reseña la obra de Faber, White nació en 1720 y estudió en la Universidad de Oxford antes de establecerse en The Wakes, la casa familiar ubicada en Selborne, Reino Unido, en 1757. En 1768 comenzó su Naturalist’s Journal, un diario en columnas en el que cada página abarcaba una semana de observaciones sobre el clima, los cultivos y la fauna local.

LA FASCINACIÓN DE WHITE Y DARWIN POR LAS LOMBRICES

En sus registros podía escribir “vastas nubes distantes, como rocas” o anotar con sencillez “las abejas pululan mucho. Las ovejas son esquiladas”. Sus apuntes incluían también datos fenológicos —como la floración y la brotación de plantas comunes— que más tarde reunió en La historia natural y las antigüedades de Selborne. Este libro, estructurado en forma de cartas dirigidas a los científicos Thomas Pennant y Daines Barrington, se convirtió en una obra fundamental que inspiró al joven Charles Darwin, quien peregrinó en Selborne en 1857.

En una de esas cartas, fechada el 20 de mayo de 1777, White escribió sobre las lombrices de tierra: “Aunque en apariencia son un eslabón pequeño y despreciable en la cadena de la naturaleza, si desaparecieran crearían un lamentable abismo. Porque, por no hablar de la mitad de las aves y algunos cuadrúpedos, se alimentan casi por completo gracias a ellas”.

Ese mismo asombro lo compartió Darwin. De joven observó cómo la tierra removida por las lombrices había cubierto durante años las capas de ceniza y cal arrojadas por su tío. Décadas después plasmó sus propios experimentos en La formación del moho vegetal mediante la acción de las lombrices (1881). El libro vendió 6,000 copias en su primer año, superando en ritmo de ventas a El origen de las especies en su lanzamiento inicial.

A tenor del sitio The Conversation, Darwin se refirió al trabajo de White en Worms. Al hablar del comportamiento de los gusanos lob, dijo: “En circunstancias normales, los gusanos sanos nunca o muy raramente abandonan completamente sus madrigueras por la noche, pero esto es un error, como White de Selborne sabía hace mucho tiempo”.

EL LEGADO DE GILBERT WHITE

De acuerdo con la escritora Faber, el mayor legado de Gilbert White reside en la crónica de las vistas y sonidos de las aves. Su gusto fue tanto por este tema que mantuvo listas de las aves que cantaban hasta mediados del verano y de las que hacían lo mismo durante todo el año.

Su canto lo obsesionó de tal manera que hasta identificó tres especies diferentes de curruca mosquitera: el mosquitero común (Phylloscopus collybita), la curruca siberiana (Phylloscopus sibilatrix) y la curruca musical (Phylloscopus trochilus). Hoy en día la casa familiar de White es un museo con hectáreas de huertos y prados sostenibles. Y la historia lo retrata también como alguien que padecía gota y fermentaba cerveza y vinos fuertes. N

NW Noticias te recomienda también estas notas:

Compartir en:
Síguenos
© 2025 Newsweek en Español