Se reportó que los visones sacrificados en Dinamarca a causa del miedo a una mutación del COVID-19 han salido de su tumba este mes, ya que sus cuerpos se expandieron durante el proceso de descomposición.
En una declaración a Newsweek, Humane Society International, la organización de beneficencia por el bienestar de los animales, dijo: “Los visones que fueron muertos con gas en Dinamarca fueron enterrados en fosas comunes superficiales, donde sus cuerpos en descomposición han empezado a producir gases como parte del proceso de descomposición, los cuales hacen que sus cuerpos se expandan y empujen hacia arriba a través del suelo”.
Previamente este mes, miembros de las fuerzas militares y de la policía danesa fueron desplegados para ayudar a los granjeros a sacrificar millones de visones, los cuales son criados por su piel.
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Se reportó que la policía paleó tierra adicional encima de los cadáveres en un intento de remediar la situación. Miles de estos animales fueron enterrados en una zanja de 1 metro de profundidad en un campo de entrenamiento militar en el oeste de la península de Jutlandia.
Thomas Kristensen, un portavoz de la policía danesa, dijo a la televisora estatal DR: “Conforme los cuerpos se descomponen, se pueden producir gases. Esto provoca que toda la cosa se expanda un poco. De esta manera, en los peores casos, el visón es empujado fuera del suelo.
“Este es un proceso natural. Desgraciadamente, un metro de tierra no es solo un metro de tierra; depende qué tipo de tierra sea. El problema es que la tierra arenosa de Jutlandia Occidental es demasiado ligera. Así, hemos tenido que añadirle más tierra arriba”, explicó Kristensen.
Esto ha suscitado preocupación por el riesgo de contaminación, ya que los cadáveres están cerca de reservas de agua potable y otras masas de agua.
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“Los cadáveres en descomposición de los animales siempre van a ser indeseables desde un punto de vista de salud pública; pero lo que parece preocupar más a las autoridades de Dinamarca es la proximidad de las pilas de cuerpos con los ríos locales, lagos y reservas de agua potable que, temen ellos, podrían contaminarse”, dijo la Humane Society International a Newsweek.
“Ciertamente, ello debe revisarse; pero la verdad es que la crianza de pieles es inherentemente contaminante, al igual que otras formas de crianza intensiva de animales, ya que los animales producen toneladas de estiércol, el cual corre el riesgo de filtrarse a los canales locales”, añadieron ellos.
El Ministerio del Medio Ambiente y Alimentos de Dinamarca comentó que el incidente era un “problema temporal conectado al proceso de descomposición”, señalando que el área sería monitoreada diariamente hasta que se erija una valla “para evitar problemas potenciales para animales y humanos”.
Se reportó que los cuerpos de los visones fueron desinfectados y cubiertos con cal antes de enterrarlos, según Kristensen. Él explicó que el riesgo presentado por los cuerpos en descomposición era pequeño, ya que los visones vivos transmiten el COVID-19 principalmente mediante exhalarlo en el aire.
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No obstante, Kristensen advirtió que “pequeñas cantidades de bacterias podrían estar atrapadas todavía en su piel”, señalando que “nunca es sano acercarse a animales muertos, por lo que esto es, por supuesto, algo de lo que debe uno alejarse”.
La Humane Society International dijo: “Pocas personas se percatan de que la piel de animales, como el visión o la zorra, usada en la moda también se descompondría naturalmente como la de estos visones enterrados, si no fuera por el hecho de que el comercio de pieles las trata con químicos para evitar que se descompongan”.
Las acciones para sacrificar a los visones infectados con el COVID-19 en Dinamarca comenzaron en junio, pero los brotes en granjas de visones han continuado. Se descubrió una cepa nueva del virus entre los visones, la cual también había infectado a algunos humanos, y esta podría presentar un riesgo para las vacunas futuras contra el COVID, según las autoridades, reportó Reuters este mes.
Dinamarca es el productor más grande del mundo de pieles de visión, con alrededor de 1,500 granjeros de visones, según el Consejo de Agricultura y Alimentos danés.
Previamente este mes, defensores del bienestar de los animales pidieron que se acabara el comercio de pieles cuando millones de visones fueron sacrificados.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek