Impulsada por los incendios, la deforestación de la Amazonia brasileña se aceleró en los últimos 10 meses, según datos oficiales divulgados este viernes que muestran un crecimiento de 9.1 por ciento, entre agosto de 2024 y mayo de 2025, comparada con el mismo periodo anterior.
Esta temporada se incluirá en el cálculo consolidado de deforestación anual a publicarse a fines de 2025, que podría revertir los resultados positivos publicados en 2024 si se mantiene la tendencia reciente.
Ese dato se conocerá poco antes de que Brasil acoja en noviembre la conferencia climática COP30 de la ONU en la ciudad amazónica de Belém. Las cifras del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) también mostraron un aumento de 9.2 por ciento de la deforestación durante mayo en la Amazonia, comparada con el mismo mes del año previo.
Con 960 kilómetros cuadrados deforestados, un área que casi equivale a la superficie de Belém, fue el segundo peor dato para mayo desde el inicio de la serie histórica, en 2016. En otros biomas brasileños la situación es más alentadora: en el Pantanal y el Cerrado, la deforestación cayó 77 y 22 por ciento, respectivamente, entre agosto de 2024 y mayo de 2025 comparada con el mismo periodo anterior.
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“Los resultados negativos para la Amazonia se debieron “en gran parte” a “los incendios forestales que afectaron a la región en el segundo semestre de 2024”, dijo el secretario ejecutivo de Medio Ambiente, Joao Paulo Capobianco, al presentar los números.
“La Amazonia ha sufrido de forma particularmente intensa e impresionante por los incendios”, señaló el representante del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que atribuyó el fenómeno a una sequía “sin precedentes históricos”.
EL IMPACTO DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN LA AMAZONIA
En los últimos 10 meses, 23.7 por ciento de los focos de calor en la Amazonia se concentraron en áreas de vegetación nativa, contra 13.5 por ciento del mismo periodo anterior, según el Inpe.
“El impacto de los incendios forestales a lo largo de la historia fue relativamente bajo en la tasa de deforestación, pero ahora empezamos a ver un cambio de escenario”, indicó Capobianco.
La red ambientalista Observatorio del Clima advirtió que, “sin una reversión de la tendencia en junio y julio, Brasil puede llegar a la COP30 con un incremento en la destrucción forestal relevada por el sistema Prodes del INPE”, que mide datos consolidados de agosto a julio.
“Los números positivos de Brasil sobre reducción de la deforestación lamentablemente se verán impactados por la intensidad de los incendios de 2024, algunos producidos de forma delictiva e intencional”, comentó Ane Alencar, miembro del Observatorio y del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia. N
(Con información de AFP)